El Baskonia ha confirmado este mañana que Matt Costello sufre un fuerte esguince en su tobillo izquierdo y “queda pendiente de evolución” para las próximas jornadas, sin precisar el tiempo exacto que permanecerá de baja ni tampoco el número de partidos que podría perderse.
El cinco nacido en Michigan tuvo el domingo la mala fortuna de volver a lesionarse el mismo tobillo que ante el Gran Canaria una semana atrás. En esta ocasión, se dobló bruscamente la articulación tras pisar a Vítor Benite en un avance hacia canasta. Una acción que tuvo lugar en el segundo cuarto y por la que ya no pudo volver a la cancha del Coliseum Burgos.
Sin poder apoyar el pie izquierdo sobre el suelo, Costello se retiró hacia la banda acompañado por uno de los fisios del Baskonia y Peters con el fin de seguir desde el banquillo lo que restaba de partido. Pese a su ausencia, el equipo de Spahija pudo obtener una victoria muy meritoria frente a los castellanos gracias a un notable trabajo coral.
Dados los evidente gestos de dolor y que el propio técnico croata reveló al término del partido que este segundo esguince de tobillo era más grave que el primero, Costello alberga pocas opciones de jugar este miércoles ante el UCAM Murcia en el Buesa Arena en otra cita crucial para que el Baskonia consolide su posición dentro de los ocho mejores de la fase regular. El objetivo será recuperarle para la cita del domingo, también en la cancha de Zurbano, ante otro gallito como el Valencia Basket.
Lo cierto es que la posible pérdida de Costello para los próximos encuentros podría ser un golpe muy duro para los intereses azulgranas. Y es que por todos es sabido que el juego interior es una zona controvertida donde Spahija no va sobrado de efectivos después de que el club azulgrana no haya incorporado a nadie tras la rescisión de contrato de Nnoko acontecida a primeros de enero.
Frente al San Pablo Burgos, Enoch tuvo que dar un paso al frente y en su ausencia fue el multiusos Sedekerskis quien también disputó algunos minutos como improvisado cinco sufriendo unos lógicos apuros ante el poderío físico de Gamble.