Al Baskonia no le sirvió de nada igualar su récord de rebotes en la presente temporada. Los de Neven Spahija capturaron la friolera de 47 rechaces ante el Obradoiro, los mismos que lograron ante el Fuenlabrada. 16 más que el conjunto gallego, lo que le dio más posesiones. De hecho, los azulgranas tiraron seis veces más a canasta que los de Moncho Fernández. Pues bien, no le sirvió para salir victorioso del Fontes do Sar.
Los del Buesa pagaron caro su nefasto día en el tiro y su precipitación en los tramos decisivos del partido. Cegados y alocados. Ya lo decía un eslogan publicitario de una marca de neumáticos, la potencia sin control no sirve de nada y ayer el Baskonia lo comprobó en sus propias carnes.
Su ímpetu le llevó a perder la friolera de 15 balones a lo largo del partido, siete de ellos en un decisivo último cuarto. Su rival tan solo perdió ocho. Casi la mitad. Un lastre. Ahí perdieron toda la ventaja que habían cogido con el rebote.El resto llegó con su pésimo día en el lanzamiento. Horrible. El Baskonia acabó con un pobre 42% en tiros de 2 (21/50) y un 36% en triples (8/22). Con ese nivel de acierto es complicado ganar en la ACB. Y eso que los pupilos de Spahija enderezaron estos porcentajes en un notable tercer cuarto. Lo sucedido anteriormente era para echarse a temblar.
0 de 5 en triples en el primer cuarto
Los primeros diez minutos acabaron con 0/5 en triples (0%) y 6/17 en tiros de dos (35%). Como una escopeta de feria. Los porcentajes de tiros de campo al descanso dejaban claro que ayer no era el día: 10/30 en tiros de dos (33) y un pobre 2/11 (18%) en triples. El mal día era generalizado además. Y es que en esos primeros 20 minutos Fontecchio y Costello ya habían fallado sus dos intentos triples, Peters y Baldwin su único lanzamiento, mientras que los únicos que vieron el aro fueron Granger (1/2) y Giedraitis (1/3).
Tocaba mejorar. Parece que en el tercer cuarto se hizo la luz. Baldwin, que llevaba 1/6 (16%) en tiros de dos al descanso lo hizo y se fue hasta el 50% (2/4). El equipo acabaría este tercer cuarto con un notable 53% en tiros de dos (8/15), gracias en parte al 4/5 de Enoch y un 66% en triples (2/3), al haber anotado Kurucs su único lanzamiento de más allá de los 6,75 metros y firmar un 1/2 Enoch, el mejor de este periodo con 12 puntos en su haber. Sin embargo, esa mejoría no le servía para tomar la delantera en el marcador. El equipo arrastraba lo ocurrido hasta el descanso. Un lastre.
Al menos, quedaba un último cuarto para confirmar esa mejoría del tercero. Pues no llegó. Dio la sensación de que al equipo le pesaban las piernas. Que estaba sin ideas y que en los momentos claves se le fundieron los plomos. Buena prueba de ello, es que a pesar de su notable acierto en el tiro -3/5 en tiros de dos (60%) y 4/8 en triples (50%), no tuvo la serenidad suficiente para hacer lo que debía en los momentos decisivos. El Baskonia regaló siete balones en esos diez minutos de un partido que se iba a decidir por detalles. Uno fue ese el de las pérdidas. Por ahí acabó de tirar el partido la escuadra azulgrana.