Tras la reunión telemática entre los propietarios de la Euroliga, el torneo continental tomó la decisión de suspender a los equipos rusos de la competición (CSKA de Moscú, Unics Kazan y Zenit de San Petersburgo) y de la Eurocup (Lokomotiv Kuban Krasnodar) mientras la guerra entre Rusia y Ucrania siga en pie.

Por lo tanto, ninguno de los cuatro combinados podrá competir de momento a la espera de que la situación en el país presidido por Putin mejore y, de lo contrario, se procederá a reajustar la clasificación, anulando todos los resultados cosechados contra equipos rusos a lo largo de la temporada. La decisión llega después del anuncio realizado el pasado viernes, cuando inicialmente se tomó la resolución de que los choques disputados por CSKA, Zenit y Unics Kazan se jugaran en cancha neutral, dando espacio a los equipos hasta ayer para presentar sus pabellones alternativos.

Sin embargo, la situación no ha hecho más que empeorar y los propios equipos afectados son los que han pedido más margen al torneo hasta que se solucione el problema.

Desbandada en CSKA y Zenit

Si la situación ya era compleja para los clubes rusos, que el CSKA de Moscú y el Zenit de San Petersburgo están sufriendo una importante desbandada de sus jugadores internacionales ha precipitado los acontecimientos. El exbaskonista Tornike Shengelia, que se encuentra ya en España tras abandonar el CSKA, abrió el camino para las salidas de compañeros como el también exazulgrana Johannes Voigtmann, Kevin Pangos, Daniel Hackett, Iffe Lundberg, Marius Grigonis, Johannes Voigtmann y Joel Bolomboy, a quienes posiblemente se les unirá próximamente Will Clyburn, más aún después de la decisión tomada por el torneo continental.

El Zenit de San Petersburgo, por su parte, ha decidido dar vía libre a sus jugadores y miembros del cuerpo técnico internacionales para que regresen a sus países sin ninguna consecuencia para ellos y sin que ello signifique una rescisión de su contrato. Por lo tanto, Xavi Pascual, Carter, Lloyd, Baron, Ponitka, Mickey y compañía tienen vía libre unirse a los lituanos Gudaitis y Kuzminskas y a los norteamericanos Shabazz Napier y Conner Frankamp, que ya habían salido de San Petersburgo antes de que la Euroleague comunicara su decisión.

El problema para los que siguen en Rusia es que la Unión Europea ha cerrado su espacio aéreo a los aviones que salen del país presidido por Putin, y los vuelos a Estambul, una de las pocas opciones disponibles, están colapsados, por lo que no será fácil regresar a sus hogares. Este factor, además, también ha empujado a la Euroliga a optar por esta solución, ya que no había manera de que los conjuntos rusos se desplazaran al resto de Europa para competir y, de hecho, el Unics Kazan estaba teniendo muchos problemas para encontrar la forma de viajar a Italia para enfrentarse al Armani Milan.

Oposición a la guerra

A pesar del peso que tienen los clubes rusos dentro de la Euroliga, la competición ha dejado clara cuál es su postura en cuanto a la guerra y está dispuesta a sufrir importantes pérdidas económicas con tal de frenarla. “La Euroliga y sus clubes reafirman su firme postura a favor de la paz y en contra de cualquier acto de violencia o guerra y seguirán usando su voz para promover el respeto, la inclusión o la diversidad, valores que se encuentran en el núcleo de la organización y sus equipos”, reza el comunicado emitido tras la reunión de propietarios.

Por si fuera poco, la Euroliga también anunció la congelación de su relación comercial con VTB, uno de los principales bancos de Rusia, que dejará de estar en los soportes publicitarios en los que aparecía hasta el momento, sumándose así a la estrategia occidental de debilitar a las grandes empresas rusas para forzar un paso atrás de Putin.

Consecuencias para el Baskonia

Con este anuncio, los dos duelos que le quedan al Baskonia contra equipos rusos, uno fijado para el 7 de abril contra el CSKA y el otro contra el Unics Kazan sin fecha tras ser aplazado el pasado jueves, quedan en el aire. Además, en caso de que el conflicto no mejore, todos los partidos contra equipos rusos serían anulados, algo que beneficiaría a los gasteiztarras, ya que perdieron los cuatro que se han jugado hasta ahora y pasarían de tener un balance de 7-17 a 7-13, recuperando opciones de entrar en el play off.