El conflicto entre Rusia y Ucrania ha sacudido al mundo del baloncesto y en concreto a la Euroliga, que el jueves sufrió las primeras consecuencias de la guerra al suspenderse los encuentros en los que participaban los tres equipos rusos de la competición, y ayer tomó la decisión de que los partidos que quedan por disputarse en Rusia se jueguen en una cancha neutral fuera del país presidido por Putin.
Ante un suceso de tal calibre, el baloncesto ha pasado a un segundo plano desde que comenzó la ofensiva rusa y distintos actores del mundillo no han tardado en posicionarse. Los primeros en pronunciarse en contra de jugar en territorio ruso en redes sociales fueron los jugadores del Barcelona Brandon Davies y Alex Abrines, que se mostraron tajantes ante el temor de tener que volar a San Petersburgo para jugar contra el Zenit, algo que finalmente no sucedió. "La guerra no es un juego. Manteneos a salvo", dijo el norteamericano, mientras que Abrines aseguró no tener "muchas ganas de ir a Rusia, la verdad".
Quienes no jugaban contra un equipo ruso saltaron a la cancha con normalidad y aprovecharon el altavoz que les da la Euroliga para posicionarse en contra de la guerra. "Hay tantas cosas ocurriendo en el mundo en este momento que creo que este partido no importa demasiado", dijo el jugador del Olympiacos Shaquielle Mckissic durante el descanso del duelo contra el Armani Milan. El entrenador del Anadolu Efes, Ergin Ataman, tampoco se quedó callado en la victoria de su equipo ante el Maccabi: "Detengan la guerra. Esta es una guerra inaceptable en la que personas inocentes y niños están muriendo, así que parad, por favor".
Comunicado del Zenit
Los equipos rusos y en concreto el Zenit, ante el temor de ser descalificados de la competición, han mostrado su deseo de que la Euroliga pueda disputarse como hasta ahora. "El deporte debe estar separado de la política. Esta es la base de cualquier competición deportiva y los clubes europeos están unidos por la idea de desarrollar el baloncesto cruzando fronteras, sin importar las diferentes posturas ideológicas o conflictos políticos", reza el comunicado emitido por el Zenit de San Petersburgo. "Tenemos jugadores, entrenadores y especialistas procedentes de España, Grecia, Lituania, Estados Unidos, Ucrania, Polonia, Moldavia, Bielorrusia y Rusia, todos unidos por la misma causa: El baloncesto. Esta es nuestra vida y nuestra pasión. ¡Queremos jugar!", añade.
El CSKA no ha emitido ningún comunicado de momento, pero el entrenador Dimitrios Itoudis se pronunció ayer al respecto del conflicto. "Fue una situación muy rara. Practicamos deporte y el deporte tiene que unir a las personas, dar alegría. Nos avisaron de que se suspendía diez minutos antes de entrar en el pabellón, cuando ya estábamos preparados para jugar. Esperemos que todo se solucione y la competición vuelva a la normalidad. No olvidemos que el CSKA es un equipo internacional con mucha mezcla de razas y culturas", argumentó el preparador griego.
Totalmente contraria fue la postura del Zalgiris Kaunas, el club que más certero se ha mostrado en cuanto a la posibilidad de competir contra los equipos rusos. "El Zalgiris no va a ir a Rusia. Vamos a hablar con los equipos del oeste de Europa que compiten en la Euroliga y proponerles no solo no jugar en Rusia, sino boicotear todos los partidos contra equipos rusos", declaró el propietario de la entidad Paulius Motiejunas.
Reacciones de la NBA
Aunque la Euroliga es la competición a la que más cerca le queda la guerra, los mensajes también han llegado desde el otro lado del charco. A pesar de que la NBA sigue su curso con normalidad, los dos jugadores con raíces ucranianas del torneo, Alex Len y Svi Mykhailiuk, firmaron un mensaje conjunto en redes sociales condenando la guerra. "Una tragedia enorme sobrevuela nuestra querida tierra Ucrania. Condenamos categóricamente la guerra. Ucrania es un Estado pacífico y soberano habitado por ciudadanos que quieren decidir su propio destino. Rezamos por nuestros amigos, familiares y por todas las personas que están en territorio ucraniano", relatan en el comunicado, a lo que añaden un mensaje de ánimo: "Queridos compañeros ucranianos, ¡aguantad! Nuestro fuerte está en la unidad. ¡Estamos con vosotros!".
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