El Barcelona se impuso en el clásico , que se fue desinflando con el paso de las minutos y acusó la falta de un director de orquesta que sí tuvo su rival en el tramo decisivo.

El primer cuarto, sin embargo, no hacía presagiar ese desenlace. El conjunto de Pablo Laso, que fue apaleado recientemente en esos mismos diez primeros minutos contra el Barcelona en Euroliga, quiso vengarse y lo consiguió a base de físico, orden defensivo y varias marchas más de intensidad que los de Jasikevicius. Los blancos arrancaron con un planteamiento muy diferente al del Barcelona, con un quinteto muy alto en el que Abalde ejerció de base, mientras el Barça jugaba con dos unos. El gallego supo aprovechar su ventaja de centímetros en los primeros compases para anotar seis de los ocho puntos de su equipo y comenzar a estirar la ventaja, mientras los blaugranas se estrellaban una y otra vez con una sólida defensa que tuvo su máxima expresión en un tapón antológico de Poirier a Exum. Los catalanes solo fueron capaces de anotar una canasta en juego en todo el primer cuarto y su eterno rival amasó una nada desdeñable diferencia de 19-5 al término de ese parcial.

A pesar de ello, era cuestión de tiempo que el Barcelona despertara y lo hizo en el segundo cuarto, ofreciendo una imagen muy diferente en defensa, que le permitió atar en corto a los de Laso y maquillar su falta de acierto en el lanzamiento, logrando así reducir distancias antes del descanso. Calathes empezó a conectar con Sanli y el Real Madrid a acusar la ausencia de un base que aportara claridad y criterio al juego del equipo. Sin excesiva brillantez, pero con mucho pragmatismo, los culés lograron llegar vivos al descanso con un 29-18 favorable a su rival, un marcador corto que reflejaba el gran esfuerzo defensivo realizado por ambos equipos.

REMONTADA BLAUGRANA

Las dificultades para generar juego del Real Madrid perseveraron en el arranque de la segunda mitad, en la que Jasikevicius encogió aún más su quinteto introduciendo a Kuric en lugar de Exum respecto a la alineación titular. Así las cosas, el juego del Barça siguió teniendo más fluidez, mientras los de Laso se aferraban a las jugadas individuales de sus jugadores. Mirotic, con una gran canasta y tiro adicional, redujo la diferencia a solo seis puntos al poco de empezar el tercer cuarto (31-25), a lo que respondía Deck acto y seguido con otra jugada de tres puntos. El argentino y Heurtel, al que Laso no tardó en introducir en la pista para intentar poner orden en la ofensiva blanca, se echaron al equipo en la espalda y lograron contener la rebelión del Barça, que anotó más en el tercer parcial que en toda la primera parte. Los lanzadores y, sobre todo, Mirotic, comenzaron a ver aro con más asiduidad y el partido ganó en ritmo. Los de Jasikevicius llegaron a colocarse a solo tres puntos con un triple de Jokubaitis y un tiro libre de Sanli, pero el Madrid logró mantenerse por delante gracias a la acumulación de faltas del Barça. Eso sí, el objetivo de los de Jasikevicius, llegar al último parcial con todo por decidir, estaba más que conseguido con el 46-41, algo difícil de imaginar después de lo visto en el primer cuarto.

Todavía se le iba a poner mejor el panorama en el arranque de los diez minutos definitivos. Una canasta de Sanli, un triple de Laprovittola y una gran bandeja de Calathes dieron a los culés el mando del encuentro, mientras que el Real Madrid se veía por detrás en el marcador por primera vez en toda la Copa del Rey. Respondió Hanga con un triple, pero pocas ideas le quedaban ya a los de Laso, empeñados en jugar con un quinteto muy físico pero sin un cerebro capaz de llevar la batuta. Fue en ese momento cuando apareció un héroe inesperado para el Barcelona. Jokubaitis, con un triple y dos jugadas prácticamente idénticas de canasta más adicional, hizo valer su velocidad y castigó el quinteto alto del gasteiztarra, desesperado por algunas faltas claras del Barça ignoradas por los colegiados.

Llegó el 53-59 de Davies y el Madrid se aferró a Heurtel, su único base puro ayer, y al ingreso obligado de Llull por el lesionado Hanga para igualar el duelo a 59 a base de bloqueos directos. Volvió a situarse por delante el Barcelona con tiros libres de Mirotic, y Deck tuvo la oportunidad de cambiar el resultado final a 30 segundos del final, pero inexplicablemente falló la bandeja cuando ya había dejado atrás a Mirotic con el bote. El propio montenegrino puso el 59-63 desde la personal y Rudy no acertó desde el triple en la última oportunidad de reducir ventajas.

Al final, se impuso un Barcelona que parece haberle cogido la medida al Madrid, que deberá solucionar sus problemas en la dirección si quiere pelear por la Euroliga y la Liga Endesa.