La Copa ACB hace ya tiempo que se ha convertido en una fiesta del baloncesto nacional, y es que en el mes de febrero una ciudad acoge siempre a más de 8 aficiones, ya que a pesar de que jueguen ocho equipos, siempre acuden al evento aficionados de clubes que no han logrado clasificarse por méritos deportivos.

En Granada no solo la hinchada Baskonia ha dado vida a las calles de la ciudad, también han estado presentes los colores del Bilbao Basket, el Gran Canaria o el Estudiantes. La Copa ACB dura cuatro días y desde el jueves ya se sintió la hermandad entre seguidores de diversa procedencia, pero fue ayer por la mañana cuando se produjo el esperado encuentro oficial de aficionados, en el que la baskonista Fanfarre Biotzatarrak se encargó de animar el ambiente con su música.

Este año tocó reunirse a las 11.30 horas para despertar a una ciudad que disfrutó de un ambiente único. Durante más de 90 minutos, el municipio nazarí pareció transformarse por momentos en un 5 de agosto de Vitoria-Gasteiz con varias neskas y blusas que también vestían los colores de sus equipos.

Es evidente que a todas las hinchadas les gusta que su equipo gane, pero en celebraciones como esta da la sensación que el baloncesto pasa a un segundo plano y se imponen las ganas de diversión. Así lo sienten los propios aficionados, algunos de los cuales aseguran que estas jornadas son las mejores del año, "son cuatro días donde te reencuentras con amigos que solo ves estas fechas y es muy especial", comenta el gasteiztarra Jon Elguea.

En la misma línea se sitúa Eva Allende, que "echaba mucho de menos la Copa, el ambiente es único". Otra de las cosas que es muy típico observar es el intercambio de bufandas entre aficiones. El vitoriano Aitor Berezo confirmó que tiene "varias bufandas" y le gusta "hacer colección para tener un recuerdo de cada Copa". Es más, incluso hay gente de otras ciudades que termina sintiendo simpatía por otros equipos diferentes al de casa, como la malagueña Alba García, que además de ser una adepta del Unicaja no pierde nunca la ocasión de lucir los colores azulgranas. "Desde hace años que sigo al Baskonia y para mí es ya más que un sentimiento", comenta.

AL RITMO DE LA TXARANGA

La inagotable Fanfarre Biotzatarrak, por otro lado, siempre anima las calles y ayer tampoco faltó a su cita para darle vida a Granada. "Lo mejor de la Copa es ver la hermandad que se forma entre todos", comenta Iñaki Larrea, un habitual en estos eventos y miembro de la txaranga azulgrana.

Al final, lo importante, como bien argumenta la madridista con la bufanda del Valencia Basket y del Baskonia, Alba Escribano, "es disfrutar con la gente y el baloncesto, porque todos somos iguales". La fiesta continuará durante la jornada de hoy e incluso una vez el torneo haya terminado con la disputa de la final. Ya habrá tiempo para lamentarse mañana.