Tras una semana de descanso por las ventanas FIBA, el Bitci Baskonia volverá a la acción esta tarde a partir de las 19.00 horas con su visita a la cancha del Zalgiris, el peor equipo de la Euroliga hasta el momento con un balance de dos victorias y diez derrotas. Ello no quiere decir que vaya a ser un partido fácil para los azulgranas, mucho menos teniendo en cuenta que el Zalgirio Arena es uno de los pabellones más calientes de Europa y que el conjunto lituano viene con la moral alta tras encadenar dos triunfos consecutivos en su feudo contra el Panathinaikos y el Fenerbahce.

A ello hay que sumarle que el Baskonia no pasa por su mejor momento y que su situación no es mucho mejor que la del equipo anfitrión. De hecho, los azulgranas fueron apaleados por el Real Madrid hace una semana y registran el peor basket-average de todo el torneo junto a, precisamente, el Zalgiris (-123 del Baskonia frente a -121 de los de Kaunas). El tercero peor es el del Alba Berlín con -65. Por ello, conseguir la victoria hoy se antoja fundamental para ambos conjuntos, necesitados de empezar a escalar posiciones en la tabla y de dar buenas noticias a sus aficionados.

Sumar un triunfo en Kaunas supondría un importante empujón para el Baskonia, que, aprovechando el parón de la ACB por las ventanas FIBA, ha tenido una semana para entrenar y trabajar con el Neven Spahija, que apenas había tenido tiempo para conocer a los jugadores y poder implementar sus ideas baloncestísticas. La mano del técnico croata debería comenzar a notarse a partir del partido de hoy, ya que hasta ahora, forzado por el apretado calendario, se ha tenido que valer de la información de los entrenadores asistentes.

Esta semana de descanso, además de suponer una oportunidad para trabajar en nuevos conceptos tácticos, ha servido también para avanzar en la recuperación de los lesionados y hoy se dará el regreso de Matt Costello a los pabellones. El pívot norteamericano se perdió los últimos cuatro encuentros del conjunto gasteiztarra por unas molestias en su rodilla y el pasado martes se le pudo ver entrenando sin problemas con el resto de sus compañeros. Spahija todavía no ha tenido la oportunidad de contar con él, pero el propio técnico croata aseguró ayer que de momento cuenta con él para el puesto de cuatro. El resto de la plantilla está en buenas condiciones a excepción de Raieste y Alec Peters, lesionados de larga duración.

En cuanto al Zalgiris, el conjunto lituano ha sufrido muchos cambios desde que comenzó la campaña, el principal de ellos en el banquillo con la destitución de Martin Schiller a principios de octubre por su mala racha de resultados y el fichaje de Jure Zdovc. El cuadro lituano ha tenido que ir improvisando y confeccionando su plantilla sobre la marcha, ya que ha sufrido contratiempos importantes como la lesión del pívot Joffrey Lauvergne, uno de sus mejores jugadores, a principio de temporada o el bajo rendimiento del base Emmanuel Mudiay, que llegaba como uno de los fichajes estrella procedente de la NBA y solo llegó a disputar cinco choques en Euroliga antes de que lo cortaran y ficharan a Tai Webster. Otra de sus incorporaciones recientes ha sido la del exbaskonista Zoran Dragic, que jugó en Vitoria durante la última temporada y media y que está ofreciendo un buen rendimiento desde su llegada a Kaunas hace un mes, así como el fichaje del ex del Bilbao Basket Regimantas Miniotas.

Aunque el conjunto lituano no cuente con grandes estrellas en su plantilla, sí que tiene jugadores con amplia experiencia en la Euroliga como el ex del CSKA Janis Strelnieks y Lekavicius, además de piezas con puntos en las manos como Cavanaugh o el propio Dragic. La única baja, además de Lauvergne, será Niels Giffey, que se perdió la pasada jornada por dar positivo en covid. La afición lituana, que se ha mantenido fiel al equipo a pesar de los malos resultados, será el sexto hombre para el equipo local.

El Zalgiris, que encadenó nueve derrotas seguidas, ha ganado sus dos últimos partidos como local contra Fenerbahce y Panathinaikos

La semana de descanso por las ventanas FIBA ha permitido a Spahija tener más tiempo para implementar sus ideas