Los peores presagios respecto a la lesión de Rokas Giedraitis se han confirmado este mañana cuando el Baskonia ha hecho oficial que el alero lituano regresa a Vitoria por culpa del esguince en su tobillo izquierdo sufrido en la recta final del choque ante el UCAM Murcia. No viajará, por tanto, a Rusia para la doble jornada continental ante el Unics Kazan y el Zenit San Petersburgo.

Según el parte médico ofrecido por el club azulgrana, "el jugador iniciará un tratamiento de recuperación y queda pendiente de evolución". Como suele suceder en estos casos, el Baskonia no ha fijado un tiempo de baja pero con total seguridad se perderá los tres partidos de esta semana -el Real Madrid visita el Buesa Arena este domingo- y puede que alguno más.

La baja de Giedraitis supone un nuevo mazazo para un Baskonia que se queda en este momento con nueve jugadores útiles para la rotación. El báltico se suma a una enfermería a rebosar donde todavía se encuentran Alec Peters y Sander Raieste. Ambos no han podido debutar en lo que va de temporada y, en el caso del ala-pívot estadounidense -un primer espada de Ivanovic- la amenaza de quirófano aparece en el horizonte dado que no deja atrás sus molestias en la rodilla izquierda.

Se trata de un panorama desolador para el técnico montenegrino, que tan solo puede disponer de tres bases-escoltas (Granger, Baldwin y Kurucs), dos exteriores (Marinkovic y Fontecchio) y cuatro interiores (Sedekerskis, Costello, Nnoko y Enoch). El temporero Barrera tan solo ayuda en los entrenamientos, de ahí que la necesidad de acudir al mercado es imperiosa para reforzar al grupo en un momento crítico.