- Salvo un cambio drástico de última hora que no se adivina visto el avanzado estado de las negociaciones, la Copa del Rey regresará cinco años después a Vitoria. La capital alavesa es la gran candidata para acoger entre los días 17 y 20 de mayo de 2022 el evento más glamuroso del baloncesto español que siempre concita la máxima atención de cientos de seguidores.

La ACB ultima la concesión de la organización a un Baskonia que se ha mostrado predispuesto a ofrecer el Buesa Arena como sede del torneo. La cancha azulgrana ya ha acogido con indudable éxito en el pasado -y también un récord de público en las gradas en alguna ocasión- cinco ediciones de la Copa desde el cambio de siglo. Esta tiene visos de no ser una excepción, mucho más teniendo en cuenta que la emergencia sanitaria se encuentra cerca de llegar a su fin y, a expensas de la evolución en los próximos meses, el público podrá ocupar en su práctica totalidad las más de 15.700 localidades del recinto ubicado en Zurbano.

Cabe recordar que la Copa del 2021, celebrada finalmente en el WiZink Center de Madrid tras los graves problemas que encontró la ACB para encontrar una ciudad que se postulase como sede, fue la primera sin público en las gradas con la consiguiente pérdida de prestigio. Sin embargo, la progresiva vuelta a la normalidad ha constituido un aliciente para que algunas ciudades hayan presentado su candidatura, entre ellas Vitoria, donde el evento que más pasiones levanta siempre ha gozado de una gran repercusión mediática ante la desbordante pasión existente entre sus aficionados por el baloncesto.

Vitoria albergó por última vez una Copa del Rey en 2017 con el triunfo del Real Madrid en la final ante el Valencia Basket. Previamente también fue sede de la competición en los años 2000, 2002, 2008 y 2013. El éxito organizativo siempre ha estado asegurado cada vez que la ACB ha confiado en las instituciones alavesas y el Baskonia para su desarrollo, de ahí que la patronal no albergue dudas en este instante acerca de la conveniencia de que la Copa se celebre dentro de unos meses en suelo gasteiztarra.

Tanto el Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación Foral de Álava como el Gobierno Vasco también ven esta Copa como una oportunidad ideal para relanzar el turismo y apoyar a la hostelería en estos difíciles tiempos generados por el covid-19. De ahí que el importante canon exigido por la ACB para organizar el torneo -en ediciones precedentes se ha situado aproximadamente en un millón de euros- no tenga visos de suponer ningún obstáculo.

Además de Vitoria, otras ciudades como Pamplona, Burgos o Valencia -el club taronja espera recibir su concesión con la construcción de su nuevo pabellón- estaban interesadas en albergar la Copa. Sin embargo, todas ellas deberán esperar su turno porque el Buesa Arena tiene todas las papeletas para volver a ser una fiesta del baloncesto dentro de unos meses.

Del 17 al 20 de febrero, el Baskonia dispondrá de una buena oportunidad para lograr el séptimo entorchado desafiando a la mala suerte que persigue al anfitrión desde tiempos inmemoriales. El conjunto vitoriano, capaz de movilizar cada temporada a cientos de aficionados, se ha impuesto en las ediciones de 1995 (Granada), 1999 (Valencia), 2002 (Vitoria), 2004 (Sevilla), 2006 (Madrid) y 2009 (Madrid). Desde hace doce campañas, eso sí, la gloria se le ha escurrido sistemáticamente de las manos acabando el título casi siempre en las vitrinas de Real Madrid y Barcelona.

Tras la triste ausencia de público del año pasado en el WiZink Center de Madrid, la normalidad tiene visos de regresar a esta edición