Ettore Messina ya no tiene excusas para intentar lograr esta temporada su quinto entorchado europeo con el Armani Milán, rival del Baskonia mañana a las 20.30 horas en el Buesa Arena. El italiano, uno de los mejores entrenadores de la historia del continente -fue campeón de la Euroliga en dos ocasiones con el Virtus Bologna y en otras dos con el CSKA de Moscú-, llegó al Armani Milán en 2019 con el objetivo de hacerlo campeón y, tras una potente inversión las dos últimas temporadas, tiene ahora una plantilla profunda y cargada de estrellas que poco tiene que envidiar a la de los grandes dominadores del torneo en los últimos años.

Messina no es un entrenador que se conforme con estar en mitad de la tabla o pelear por entrar en el Top-8 y, desde su glamuroso regreso a Italia tras cinco años como entrenador asistente de Popovich en los San Antonio Spurs de la NBA -en los que se convirtió en el primer técnico europeo en dirigir un choque de liga regular y de play off en la liga norteamericana-, ha presenciado cómo el club milanés construía una plantilla a su gusto y sin escatimar en gastos. De hecho, por el camino ha tomado decisiones polémicas como la de excluir nada más llegar al equipo a Mike James, el mejor jugador y máximo anotador de la plantilla con 19,8 puntos de media el curso anterior. A cambio, hizo traer a un base más de su agrado como es Sergio Rodríguez, fichaje estrella del club ese verano y con quien ya contó en su etapa en el Real Madrid.

Junto a él, también llegaron otras incorporaciones de lujo como Luis Scola, Michael Roll y Shelvin Mack, aunque este último no llegó a encajar. En esa temporada 2019-20 el Armani Milán estaba a una sola victoria de entrar en el play off cuando la liga se tuvo que detener por el covid-19, pero cuando realmente dio un salto de calidad fue el pasado curso, en el que de nuevo fue uno de los grandes agitadores del mercado de fichajes. En esta ocasión, además de mantener a sus figuras, incorporó a la plantilla a Kevin Punter, Zach Leday, Malcolm Delaney y el exbaskonista Shavon Shields -todos ellos promediaron más de 10 puntos el curso pasado-, además de Kyle Hines y Luigi Datome, que dotaron de consistencia y experiencia a la rotación. Con esta plantilla, Messina alcanzó la cuarta posición en liga regular con 21 victorias y 13 derrotas y se quedó a un paso de la final al caer eliminado contra el Barça en la semifinal de la Final Four.

No contento con el gran rendimiento del Armani Milán en dicha campaña, volvió el pasado verano a ser protagonista en el mercado y, aunque dejó marchar a piezas como Leday, Roll, Punter o Micov, no ha escatimado en gastos y ha incorporado a jugadores con pasado NBA como el base Jerian Grant, los escoltas Devon Hall y Troy Daniels o el ala-pívot Nicolo Melli, protagonista con 15 puntos en el triunfo de la jornada inaugural contra el CSKA Moscú, además del ala-pívot Konstantinos Mitoglou. Los cinco compartirán vestuario con talentos como Shields, Delaney, Sergio Rodríguez, Datome, Tarczewski o Hines, que se mantienen de cursos anteriores, formando un plantel de lujo de hasta 15 jugadores.

Ettore Messina, además de ser un gran entrenador, también es conocido por los titulares que deja fuera de la cancha, sus manías y su peculiar carácter, que ha dejado para la galería enfados históricos, como el de su última visita a Vitoria-Gasteiz la pasada temporada, en la que el Baskonia aplicó un correctivo a los italianos (86-69) y el técnico tuvo una bronca en rueda de prensa con uno de los periodistas locales. Al ser preguntado por la actuación de Henry, Messina respondió que “nos ha dado por culo”, que “todos lo han visto” y que no tiene “60 años para contestar esas estupideces”, terminando su intervención con esas declaraciones.

Años atrás, en el cuarto partido de la eliminatoria de cuartos de final contra el Baskonia de 2013, en el que el CSKA de Moscú se jugaba el acceso a la Final Four, Messina defendió la actuación arbitral, que favoreció los intereses del club ruso, y criticó la dureza con la que había competido el conjunto gasteiztarra. “Esto ha sido una corrida y no un partido de baloncesto. Si no hubieran estado aquí tres árbitros con carácter, nadie hubiera salido vivo de este encuentro”, aseguró.

Roces y polémicas aparte, el liderazgo y el talento del entrenador del Armani Milán están fuera de toda duda y, con una plantilla como la que tiene a disposición este año, todo lo que no sea estar en la pelea por el título será un fracaso para el mañana rival azulgrana.

Nada más llegar al club, Messina decidió prescindir de Mike James, el mejor jugador del equipo, y traer a Sergio Rodríguez

Fichajes como Nicolo Melli, Troy Daniels, Jerian Grant o Devon Hall han redondeado una plantilla que ya tenía jugadores de mucho nivel