Los clubes de la Euroliga no están contentos con cómo se está gestionando el reparto monetario de la Euroliga y así lo demuestra la reunión que siete de los clubes con licencia A tuvieron en secreto el pasado domingo en Atenas y que destapó ayer el periodista lituano Domantas Urbonas. El Maccabi Tel-Aviv, que ejerció como voz cantante, se reunió con el CSKA de Moscú, el Anadolu Efes, el Olympiacos, el Panathinaikos, el Armani Milán y el Zalgiris con el objetivo de intercambiar impresiones y crear una alianza para presionar a la Euroliga y exigir mayores ingresos económicos.
A la reunión solo faltaron el Fenerbahce y los tres equipos de la ACB -Real Madrid, Barcelona y Baskonia-. A estos tres últimos no se les informó del evento al tratarse de equipos con una situación diferente, ya que comparten capital con clubes de fútbol, aunque se les informó posteriormente con el objetivo de que se unieran a la propuesta. Básicamente, el objetivo de la cumbre es exigir un reparto diferente de los ingresos, con mayores cantidades dirigidas a los equipos y menores a la organización. Además, opinan que los ingresos del torneo por derechos televisivos son inferiores al nivel de la competición.
Es indudable que la pandemia ha tenido un efecto negativo en las cuentas de todos los equipos de baloncesto del continente y, con el objetivo de dar solución a esta sangría, la Euroliga aumentó el pago a los participantes respecto a ediciones anteriores, asegurando 1,5 millones de euros a los clubes que cuentan con licencia A y 500.000 al resto, a los que se suma otra cuantía según la posición que ocupen en la tabla -en el caso del Baskonia 350.000 euros más-. En total, 37,5 millones de euros van destinados a los 18 equipos que componen el torneo, cantidad que sigue siendo sustancialmente inferior a sus gastos. Próximamente se conocerá más acerca de las pretensiones de los gigantes europeos, que no descartan exigir también un reemplazo para Bertomeu al frente de la liga.