El Valencia sigue en la lucha, el Baskonia se queda por el camino y el Zenit deberá ganar sus dos partidos ante el Maccabi y el Panathinaikos para alcanzar el Top 8. Fue la conclusión de un partido a vida o muerte resuelto por mínimos detalles en contra del maratoniano azulgrana, apuntillado en la Fonteta tras una pletórica remontada en la Euroliga pero con el que toca quitarse el sombrero por su tesón, su espíritu de supervivencia y su perseverancia a la hora de obrar un pequeño milagro. Finalmente, y como se dice en estos casos, ha terminado ahogándose en la orilla un equipo todo corazón y pundonor, aunque también falto de efectivos para los torneos de caza mayor.

La sobresaliente travesía continental azulgrana llegó a su fin en tierras levantinas. Eso sí, fue un punto y final sin reproches. Las 18 victorias hubieran servido en cualquier otra edición continental para hacer realidad el pasaporte hacia los cuartos, no así esta vez con una igualdad máxima entre casi todos los integrantes de la zona noble. Cuando uno entrega hasta la última gota de sudor o vislumbra el extremo sufrimiento de Henry, un ídolo para el baskonismo que puso en juego la integridad de su maltrecho tobillo derecho en pos de una causa tan complicada, puede irse a casa con la conciencia muy tranquila.

La Euroliga ya es historia, pero ni la desilusión de quedarse a las puertas de un éxito sonado deja un mal sabor en el cuerpo visto el espíritu combativo, la fe y la constancia de un Baskonia que ha caido de pie. Aun habiendo ganado al Valencia Basket, el pasaporte para el Top 8 estaba en chino tras la victoria del Real Madrid en Turquía, pero ello no fue óbice para que la escuálida tropa alavesa entregara hasta la última gota de su aliento. La moneda al aire acabó saliendo cruz tras un partido repleto de alternativas que se escurrió de las manos por pequeños detalles como los numerosos tiros libres que se fueron al limbo en la recta final y la mala toma de decisiones en ataque.PÍVOTS SEÑALADOS

La irrupción de un actor secundario en las filas taronjas como Marinkovic, el contrapunto al dominio interior ejercido por Tobey, también minó progresivamente las fuerzas del Baskonia. Ni Diop ni, sobre todo, Fall estuvieron a la altura de las circunstancias en un partido donde Ivanovic añoró la figura del fornido Jekiri. Con un ejército superior en cuanto a número, el Valencia Basket salió airoso en el epílogo de un encuentro al filo de la navaja que constató los nervios en ambos lados.

Las desalentadoras noticias llegadas desde Estambul antes del salto inicial redujeron a la mínima expresión las esperanzas azulgranas. Con el aplastante triunfo del Real Madrid ante un decepcionante Fenerbahce, el billete para el Top 8 quedaba a expensas de un milagro con independencia de una victoria a orillas del Turia. Un jarro de agua fría que, sin embargo, no afectó a la moral de un equipo capaz de sobreponerse a un difícil arranque y dominar con cierta suficiencia en el marcador durante treinta minutos.

La balance defensivo brilló por su ausencia y la debilidad del juego interior también fue por momentos manifiesta para permitir el lucimiento de Tobey, pero el Baskonia se agarró con uñas y dientes a la velada en una primera mitad de dominio taronja. Los múltiples rebotes concedidos en aro propio no frenaron el ímpetu de un visitante reanimado con la entrada en pista de Henry y sostenido igualmente por una mortífera versión de Giedraitis.

El gladiador estadounidense elevó más si cabe los decibelios de un partido presidido por un ritmo supersónico. El lituano, por su parte, refrendó su etiqueta de killer voraz con una espectacular variedad de recursos a la hora de profanar el aro valenciano. Bajo el poderío de ambos que forjó un parcial de 4-15, el Baskonia llegó al intermedio con una jugosa ventaja.

El conjunto vitoriano estuvo mejor plantado durante casi tres largos cuartos que un Valencia muy intermitente y con lagunas de concentración. Sin embargo, un grave desfallecimiento en vísperas del periodo definitivo alumbró un partido nuevo en la Fuente de San Luis. La velada se encaminó hacia un cara o cruz, si bien el Baskonia se pegó un tiro en el pie con sus concesiones en el tiro libre, su floja actividad interior y varios ataque finales escasos en cuanto a rigor. Todo ello fue penalizado por un anfitrión levantino que, con sus errores de bulto, terminó llevándose el gato al agua y aún sueña con el Top 8.

- Ficha técnica:

86.- Valencia Basket (25+14+21+8): Van Rossom (5), Sastre (7), Kalinic (9), Williams (13), Tobey (13) -cinco titular- Marinkovic (8), Prepelic (14), Labeyrie (-), Dubljevic (11), Vives (-) y San Emeterio (-).

81.- TD Systems Baskonia (21+23+15+12): Vildoza (6) Giedraitis (17), Sedekerkis (8), Polonara (16), Diop (-) -cinco titular- Henry (19), Fall (-), Peters (5) y Dragic (10).

Árbitros: Pukl (ESL), Radovic (CRO) y Bissang (FRA). Eliminaron por cinco faltas al local Labeyrie (m.34) y al visitante (m.35).

Incidencias: partido correspondiente a la última jornada de la fase regular de la Euroliga disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis a puerta cerrada por las restricciones por la pandemia del covid-19.