Es el jugador que se encuentra en boca de todo el mundo desde hace meses y que más pavor produce dentro de esa mecanizada y fiable máquina en que se ha convertido el Bayern Munich. La Euroliga está asistiendo al nacimiento de una nueva estrella y la meteórica explosión de un base que, si los enormes tentáculos de la NBA no lo impiden, dará mucho que hablar durante los próximos años a este lado del Atlántico.

Los Alexey Shved, Mike James, Jordan Loyd, Nikola Mirotic, Nemanja Nedovic y compañía han visto cómo un eléctrico base afincado en Baviera opta ya sin discusión al trono de anotador más compulsivo de la máxima competición continental. Se trata de Wade Baldwin IV, el buque insignia de un Bayern ante el que el TD Systems Baskonia quiere prolongar este viernes sus cada vez más reducidas esperanzas de alcanzar el Top 8.

El estelar base estadounidense, que lleva el nombre de su abuelo y a sus 24 años vive su segunda temporada en Europa tras un oscuro paso por un Olympiacos donde fue un incomprendido, se ha erigido en la punta de lanza del sorprendente conjunto bávaro. Andrea Trinchieri, inteligente donde los haya en un banquillo, ha entregado las llaves del equipo a un jugador superlativo por el que, previsiblemente, habrá tortas en el próximo mercado estival al finalizar su contrato el próximo 30 de junio.

Baldwin amenaza al Baskonia desde su condición de segundo pistolero de esta Euroliga con 15,5 puntos, aunque en los dos últimos encuentros casi ha doblado dichos dígitos. De hecho, viene de endosar 27 tantos al Estrella Roja como al Panathinaikos en un alarde de recursos ofensivos. En cualquier caso, aquella pletórica exhibición ante el Barcelona con 41 dígitos de valoración se mantiene a día de hoy como la noche en la que se vio definitivamente catapultado hacia la fama.

Quizás adolezca de una muñeca algo más venenosa desde el 6,75 -promedia ahora poco más de un 33,3%-, pero los imparables cambios de ritmo, la rapidez de piernas y la explosividad física de Baldwin IV ya se clavaron como un cuchillo en la mantequilla en la defensa baskonista en el partido de ida en el Audi Dome saldado con derrota.

La disciplina castrense, inoculada por sus padres, es otro de los puntos fuertes del vertiginoso timonel al que Pierria Henry y Luca Vildoza deberán atar en corto si el Baskonia no quiere dar un paso atrás casi definitivo en la Euroliga. Él fue un agente encubierto de narcóticos que vivió seis años en las exóticas Bahamas, mientras que ella trabajó para el FBI supervisando un escuadrón que manejaba delitos de cuello blanco como el fraude hipotecario o gubernamental. Sendas profesiones de riesgo ejercidas durante casi tres décadas, por lo que el base del Bayern ha interiorizado mejor que nadie las estrictas normas que obligan al cumplimiento de la ley.

Prueba de los valores por los que se rige es que, siendo un adolescente, Baldwin IV asistió a un programa de Liderazgo de la Academia Nacional del FBI en Virginia en representación del estado de Nueva Jersey, de donde es originario. Ello implica que, a su etiqueta de gran baloncestista, añade virtudes como la rectitud y la fortaleza mental que le permiten conseguir una mayor estabilidad sobre la cancha.

Tras ser escogido en primera ronda del draft por los Grizzlies, la estrella del Bayern no consiguió asentarse en la NBA. Militó la temporada 2016-17 en la franquicia de Tennessee antes de recalar en los Trail Blazers de Portland, con quien tampoco gozó de un papel preponderante en la rotación durante los ejercicios 2017-18 y 2018-19. Con apenas 56 partidos como bagaje en la mejor liga del mundo y hastiado de su falta de protagonismo tras ser degradado a la Liga de Desarrollo norteamericana, Baldwin IV optó por hacer carrera en Europa.

Este viernes visitará el Buesa Arena por segunda vez en su carrera profesional tras la noche de infausto recuerdo que vivió la pasada campaña con la elástica del Olympiacos. Aquel 25 de octubre de 2019 se marchó a los vestuarios de la cancha ubicada en Zurbano con su casillero anotador inédito y una valoración negativa tras concederle el lituano Kestutis Kemzura poco más de tres minutos.

Olvidados ya los traumas vividos en El Pireo, Baldwin IV es hoy en día uno de los jugadores más codiciados por casi todos los transatlánticos de la Euroliga. La gran incógnita es si habrá dinero suficiente este verano en las oficinas del Bayern para retenerle o, por el contrario, dará con sus huesos en otra entidad de mayor eslora.

Segundo anotador. Promedia 15,4 puntos por velada. Tan solo Mike James suma más puntos que él hasta la fecha.

Su gran noche. Se vio catapultado a la fama en la décimo séptima jornada cuando logró 41 dígitos de valoración ante el Barça.

Punto débil. Ha anotado tan solo 29 de 87 triples para un porcentaje del 33,3% de acierto.

54

Son los puntos que ha conseguido en los dos últimos encuentros de Euroliga ante el Estrella Roja y el Panathinaikos.

Tras un oscuro paso por el Olympiacos, Trinchieri le ha dado las llaves del equipo para explotar como la gran revelación de esta Euroliga