- Tras la cómoda, aunque trabajada, victoria frente al Fuenlabrada en la Liga Endesa, el TD Systems Baskonia afronta esta tarde ante el Olympiacos el primero de los dos duelos clave que jugará esta semana para mantenerse en la pelea por entrar en el Top 8 de la Turkish Airlines EuroLeague.

El Fernando Buesa Arena será testigo, a partir de las 19.00 horas, del choque entre dos conjuntos con dinámicas muy diferentes. La escuadra gasteiztarra, que acumula cuatro triunfos seguidos en la competición europea ante el Zalgiris, el Real Madrid, el Khimki y el Estrella Roja, se enfrentará a un Olympiacos en horas bajas que aún no ha logrado cortar su sangría de resultados, que ya alcanza las siete derrotas consecutivas. La última victoria de los griegos en la máxima competición continental data del pasado 12 de enero cuando conquistaron la antigua Mano de Elías por un apretado 87-89.

Asimismo, mientras el equipo de Dusko Ivanovic continúa desentendido de la enfermería por la ausencia de bajas, el técnico griego Georgios Bartzokas no podrá contar con el alero Kostas Papanikolaou, el fornido Hassan Martin y el ala-pívot Georgios Printezis, que fue uno de los destacados en el partido de ida con 15 puntos y se perderá la cita por unas molestias de última hora en la espalda. No obstante, la novedad -y nota positiva para los visitantes- es la convocatoria del pívot Kosta Koufos que, tras su discreto paso por el CSKA de Moscú, firmó por el equipo del Pireo horas antes de que se cerrara la ventana de incorporaciones la semana pasada.

La reciente -y tan positiva- dinámica del Baskonia en la segunda vuelta le está permitiendo soñar por una plaza entre el selecto grupo de elegidos de la Euroliga. Esto se debe, sobre todo, al crecimiento del equipo en las últimas semanas, el buen momento de forma de varios pesos pesados -sobre todo Polonara, Henry, Giedraitis y, últimamente, también el gigante Fall- y a su mejor capacidad para sacar rendimiento de sus recursos y afrontar los partidos en los que es claro favorito.

El de esta tarde es otro de esos duelos que los gasteiztarras no pueden dejar escapar si no quieren dar un paso en falso en la encarnizada carrera por la octava plaza, de la que le separan ahora dos victorias. El margen de error es mínimo y, por si fuera poco, el calendario a corto plazo es temible con varios enfrentamientos ante rivales teóricamente inaccesibles. Empezando por la visita del viernes al Palau Blaugrana, donde espera el todopoderoso Barcelona de Higgins, Mirotic, Calathes, Abrines y compañía en busca de la revancha copera.

A pesar de que el Olympiacos haya sido históricamente un rival muy temido en la capital alavesa, lo cierto es que, en la actualidad, el nombre es lo único que permanece en pie del club presidido por los hermanos Angelopoulos. Poco queda ya de aquel grupo granítico, correoso y campeón que hace años se le subía sistemáticamente a las barbas a todos los grandes del Viejo Continente.Aunque este encuentro no vaya a ser como el de la ida, en el que los azulgranas lograron una victoria plácida (76-90) debido a las múltiples bajas por covid-19 en el rival, el TD Systems tiene argumentos de sobra para vencer a un conjunto muy veterano que acusa desde hace tiempo el inexorable paso de los años. La columna vertebral del Olympiacos sigue integrada por los incombustibles Spanoulis, Sloukas y Printezis, ya sin el físico ni la fortaleza mental de antaño para sostener por sí solos los cimientos del gigante heleno.

La principal amenaza de los griegos es el alero Shaquielle McKissic, un portento físico que pasó en su día con más pena que gloria por el Gran Canaria de la ACB. El estadounidense destaca por su potencia cada vez que encara el aro rival y la defensa vitoriana deberá estrechar su vigilancia sobre él para evitar sobresaltos. Además, Bartzokas, siempre en el punto de mira de los árbitros por sus continuas protestas en la banda, también se nutre de la buena muñeca de Sasha Vezenkov, del oficio de Charles Jenkins y la envergadura de Octavius Ellis.