La afición baskonista no puede estar presente durante estos días en el WiZink Center debido a los devastadores efectos causados por la pandemia, pero a más de 300 kilómetros de distancia -los que separan Vitoria de Madrid- el equipo de Ivanovic pudo sentir el aliento de cientos de hinchas que, ataviados con las bufandas azulgranas, decidieron a acudir a los bares a presenciar el choque ante el Joventut. Pese al toque de queda a las 20.00 horas o que no son recomendables las aglomeraciones, muchos baskonistas se agolparon en los bares del Casco Viejo y sus aledaños para no perderse ni un detalle del plácido billete del TD Systems para las semifinales del torneo.