Los dueños de la 'pintura'. Si hay dos figuras que representan a la perfección la imagen de dos colosos sosteniendo sobre sus poderosos hombros el peso de sus respectivos equipos esos son sin duda Edy Tavares y Bojan Dubljevic. Los dos pívots titulares de Real Madrid y Valencia librarán una batalla que promete ser épica por hacerse con el control de un hábitat en el que solamente puede sobrevivir uno. Del desenlace de este particular choque de rocas en la pintura dependerá en gran medida la suerte de una eliminatoria que dejará a uno de los aspirantes a lograr el título fuera de la competición a las primeras de cambio. La emoción está garantizada, porque ninguno de los dos hará prisioneros.

Desequilibrio. Una de las grandes batallas de esta eliminatoria se vivirá en el juego exterior, donde actúan dos de los jugadores más destacados de ambos conjuntos. Darío La Mamba Brizuela es el mejor valorado del Unicaja en la ACB y ha asumido desde su llegada al Carpena la responsabilidad de engordar el casillero de puntos verde. Claro que el donostiarra se enfrenta a una batalla desigual, porque las posibilidades que maneja el Barcelona son casi infinitas. Una de las más peligrosas es sin duda la de Cory Higgins que aunque aún no ha recuperado el nivel estelar de su etapa en el CSKA destila calidad a raudales.

Sello personal. Para encontrar a los líderes del Lenovo Tenerife y el Hereda San Pablo Burgos -dos proyectos en permanente evolución que acuden a esta Copa con el claro objetivo de elevar un peldaño más su rendimiento- hay que desviar un poco la mirada de la pista. En concreto hacia la banda. Porque es ahí donde Txus Vidorreta y Joan Peñarroya, dos técnicos con un incuestionable sello personal, obran su magia particular. Ambos exprimen al máximo unas plantillas sensiblemente más limitadas que las de los grandes y escenificarán un apasionante duelo en busca del cartel de matagigantes.