- El alero lituano ha demostrado en estos primeros meses a las órdenes de Dusko Ivanovic que va sobrado de pólvora. Como les sucede a todos los anotadores de un perfil similar, su muñeca también sufre momentos de agarrotamiento. De lo que no hay duda es que el tres aterrizado el pasado verano procedente del Alba Berlín -el baloncestista con más minutos de media en la ACB- tiene el aro entre ceja y ceja sabiendo romper las defensas rivales, sobre todo desde la larga distancia.

Lo primero de todo, ¿cómo están resultando estos primeros meses en Vitoria?

-Por descontado, me está gustando mucho la experiencia. Me encanta la ciudad y la comida es increíble. La gente es muy agradable por la calle y, de momento, tanto mi familia como yo estamos encantados en Vitoria. No estoy teniendo ningún tipo de problema. Aunque la ciudad no es muy grande, ello no es ningún obstáculo. Yo nací en un lugar de Lituania que es muy similar como ciudad, así que ya estoy acostumbrado.

¿Cómo sobrelleva un jugador profesional fuera de la pista una situación tan difícil como la actual?

-Como todo el mundo. En ese sentido, los jugadores de baloncesto no somos diferentes a las personas normales de la calle. Está claro que debemos tener un cuidado especial en todos nuestros movimientos, pero la mayoría del tiempo lo paso en casa con la familia. Tengo hijos pequeños y, ante todo, quiero estar seguro. Está claro que echamos mucho de menos a nuestros aficionados, pero debemos asumir que las cosas vienen así y no correr riesgos.

Pero, ¿es difícil abstraerse de los problemas que sufre la gente en el día a día?

-No lo sé. En mi caso cuando salgo a una cancha de baloncesto me olvido de todo lo demás. Somos jugadores y lo único que puedo decir es que echamos de menos las emociones del público en la grada. Llevamos ya varios meses soportando esta triste situación y por desgracia ya nos hemos acostumbrado. Ojalá se acabe cuanto antes por el bien de todos y volvamos a la normalidad.

Más de un millar aficionados del TD Systems siempre se congregan para animar al equipo en las Copas, pero esta vez no será así. ¿Sabe que la afición vitoriana siempre es la que vive el baloncesto con más pasión?

-Sí, por supuesto. Será muy triste no poder contar con su apoyo. Como he dicho antes, ellos transmiten sus emociones y a nosotros ese calor nos llega para tratar de hacerlo bien sobre la cancha. Seguro que Madrid hubiese estado abarrotado de gente de Vitoria, pero tendremos que esperar a una nueva ocasión. Todos debemos tener claro que la vida de cada uno es ahora mismo lo más importante y debemos protegernos los unos a los otros para acabar cuanto antes con esta situación.

Hablando ya del equipo, ¿cómo llegan a la cita de Madrid?

-Espero que bien. Venimos de cuatro victorias consecutivas y eso es algo positivo para nuestra confianza. Sin embargo, la Copa es un torneo distinto a todos los demás y no importa demasiado cómo llegues. Es un único partido tras el cual sigues adelante o te vas a casa. De lo que estoy seguro es de que, si hacemos bien nuestro trabajo y hacemos nuestro baloncesto habitual, las cosas pueden salir bien.

La trayectoria del TD Systems se ha convertido en algunos tramos en una montaña rusa de emociones. ¿Es algo normal teniendo en cuenta la gran cantidad de partidos entre todas las competiciones?

-Los altibajos son habituales en una temporada larga. Somos los primeros que queremos rendir siempre al máximo nivel, pero esto no es posible. Es verdad que quizás hemos pecado de una irregularidad mayor de la queríamos, pero ya no debemos mirar hacia atrás y pensar tan solo en los retos que vienen por delante. Hemos demostrado de lo que somos capaces en algunos partidos ante grandes rivales y se trata de potenciar nuestras virtudes como colectivo.

Todo el mundo considera que el Barcelona es el claro candidato a levantar el título en Madrid. ¿Es bueno no tener esa presión sobre los hombros?

-Por supuesto que sí sentimos esa presión. Me gusta tener ese sensación de responsabilidad. Somos el Baskonia y todo el mundo, además de nosotros mismos, nos quiere ver ganar y levantar un título. También entendemos que el Barcelona pueda ser el favorito por su gran plantilla, pero insisto en que la Copa es a un partido y todo puede suceder. En un día malo, puedes perder ante cualquiera y eso es lo bonito de esta competición.

El Joventut ya les superó en la primera vuelta de la Liga ACB en Badalona. ¿Qué han aprendido de aquel partido?

-Lo recuerdo perfectamente, ya que no fue fácil perder por culpa de un triple en el segundo segundo de un partido en el que habíamos hecho un gran esfuerzo para remontar. La liga española está llena de buenos equipos, es la más dura de Europa y entonces puedes perder ante cualquiera si no estás a tu máximo nivel. No te vale con dar tan solo el 50%, sino que necesitas el 100%. El Joventut cuenta con un buen entrenador y también con grandes jugadores, algunos con experiencia en la Euroliga. Perdimos aquel día, pero ahora queremos tomarnos la revancha.

¿Ha hablado ya con, por ejemplo, Ilimane o Luca acerca de cómo se vive una Copa desde dentro?

-No, no lo he hecho y tampoco creo que me haga mucha falta. Sé lo que es un torneo de estas características de mi etapa en el Alba. En Alemania es un formato muy similar. Somos conscientes de que no podemos mirar más allá del primer partido. No hay ningún misterio. Si ganas, pasas a semifinales. Si pierdes, a casa.

¿Cómo está resultando la experiencia de ser entrenado por Ivanovic?

-Únicamente puedo decir que es un gran entrenador y que entiende muy bien el baloncesto. Sabe perfectamente cómo motivar a los jugadores para que demos el cien por cien en cada encuentro. Necesité mi tiempo para familiarizarme con sus sistemas, pero creo que ya lo he conseguido. De momento, la experiencia está siendo muy positiva.

¿Esperaba gozar de un rol tan importante al comienzo de la temporada?

-Sé que soy el jugador con más minutos en la ACB, pero para mí eso no es ningún problema. Es fundamental sentir la confianza de un entrenador para que puedas rendir a un gran nivel. No me importa jugar 30 o 35 minutos en un partido. A cualquier jugador de baloncesto que le preguntes, te dirá siempre que quiere estar el mayor tiempo posible en la pista.

¿Ha encontrado diferencias entre su rol en el Alba alemán y ahora en el TD Systems?

-Sí, hay mucha. Hablando de los sistemas, en Alemania tenía más libertad que en el Baskonia. Aíto quería funcionar como un equipo, pero también podía hacer mi jugada individual. En cualquier caso, me siento muy cómodo dentro del ecosistema de Dusko en Vitoria. Su pizarra me permite hacer muchos tiros.

Para acabar, ¿ha soñado con la posibilidad de alzar este domingo el galardón de 'MVP' tras firmar tres grandes actuaciones?

-(Risas). No, no... Esto es algo que no me interesa en absoluto. Lo único que me preocupa es que el Baskonia pueda ganar la Copa del Rey. Si tenemos posibilidades de lograrlo, será algo increíble para todos.

Liga ACB. Es uno de los jugadores que más minutos promedia de toda la competición doméstica con prácticamente 30 por velada. El lituano consigue 13,4 puntos, 3,7 rebotes y 1,5 asistencias con casi un 52% de acierto en tiros dobles (56/108), un 34,7 desde la línea del 6,75 (41/118) y un 89,4% desde el tiro libre (59/66).

Euroliga. También es una de las piezas más utilizadas por Dusko Ivanovic acreditando 11,4 puntos, 2,8 rebotes y 1,3 asistencias en 28 minutos. Aquí también está por encima del 50% en tiros de dos (54/105), mejora la puntería desde el triple (42/112) y también es fiable en el tiro libre (39/49).

"Echamos de menos las emociones de los aficionados; eso sí, todos debemos tener claro que la vida de cada uno es mucho más importante"

"Sí sentimos presión por conseguir el título pese a que el Barcelona sea el principal favorito; todo el mundo quiere vernos ganar"

"En el Alba Berlín tenía más libertad en ataque que en el Baskonia, pero me encuentro muy cómodo dentro de los sistemas de Ivanovic"