- El plan de Ivanovic ayer, fuera el que fuera, no funcionó. Es difícil saber con qué idea partía el técnico azulgrana, ya que, condicionado por el errático partido de sus bases y sus pívots, tuvo que cambiar varias veces su quinteto, sobre todo en la segunda mitad, sin que esos cambios surtieran efecto. El montenegrino, como explicó después en rueda de prensa, tenía la firme creencia de que la mejor manera para poder conseguir la victoria contra un equipo con pívots tiradores tan móviles y versátiles era entrando en su juego y apostando por un ritmo vertiginoso en ambos lados de la cancha. Con esa idea fue hasta el final, y con esa idea murió.

El Baskonia saltó a la cancha con Jekiri como pívot titular. A pesar de que no está pasando por un buen momento de forma, es el más compacto de los pívots con los que cuenta el conjunto gasteiztarra y por ello fue el elegido por Dusko. Sin embargo, a pesar de que anotó la primera canasta baskonista, estuvo completamente perdido, se vio superado en defensa por Lammers y el Alba Berlín se llegó a colocarse 2-9 arriba. En ese momento, Ivanovic apostó por relegarlo al banquillo e introducir a Peters, formando un quinteto que ya ha utilizado en ocasiones anteriores para disputar los minutos finales, con Polonara y el norteamericano como hombres más altos, pero que ayer utilizó prácticamente durante todo el partido.

En la primera parte le funcionó bien. Aunque no sirvió para solucionar los problemas defensivos, si le valió para igualar el vertiginoso ritmo ofensivo de su rival e inaugurar un festival de triples y canastas en transición que le hizo remontar y llegar al descanso con cuatro puntos de ventaja. Los 32 puntos anotados en el segundo cuarto contribuyeron temporalmente a ocultar los problemas defensivos, que en la segunda mitad salieron a la luz. El Baskonia regresó de vestuarios con otro quinteto sin pívots, pero las posesiones empezaron a atragantársele. Henry y Vildoza, que en la primera mitad se habían dedicado a correr y dar pases a sus compañeros, se encontraron con una defensa alemana más armada y empezaron a regalar balones al rival con malas decisiones.

Viendo que el quinteto pequeño dejaba de funcionar, Ivanovic introdujo de nuevo a Jekiri, que no fue capaz de aprovechar dos situaciones de ventaja contra Granger, se desesperó y regresó al banquillo con una falta absurda. Entró como último recurso un Diop pasado de revoluciones que aguantó tan poco tiempo en pista como Jekiri antes de regresar al small ball. El único recurso que le faltó explorar fue el de usar a Fall, que está siendo su mejor pívot en los últimos meses, para buscar algo diferente, pero ayer se empeñó en igualar el ritmo alemán.

El planteamiento azulgrana estuvo condicionado por el estilo de juego rival y el técnico no pensó en ningún momento en probar a Fall