1 Vildoza Muy irregular en su rendimiento. Le costó llevar la manija del duelo y tuvo contadas fases de lucidez ante el aro taronja. Para colmo de males, recibió un duro bloqueo de Dubljevic que le dejó el hombro dañado.
0 Kurucs Ivanovic le concedió la enésima oportunidad, pero el letón demostró que sigue muy verde y también que le falta la confianza necesaria para ser útil al equipo. Tras cuatro minutos, ya no volvería a la pista.
2 Giedraitis Uno de los pilares de la reacción, aunque no siempre le acompañó la fortuna en sus misiles exteriores. Estuvo devorado por la ansiedad en ciertas fases y también cometió algún desliz en la marca a Prepelic.
2 Jekiri Si uno ve su estadística, pensará que estuvo muy desafortunado. Todo lo contrario, ya que fue una roca a nivel defensivo y brindó una gran solidez debajo de la ‘pintura’. Se hizo fuerte y cambió muchos tiros del rival.1 Sedekerskis Una jornada más, se sacrificó al máximo por el equipo. Manchó casi todos los apartados estadísticos, aunque como otros compañeros tuvo el punto de mira desviado desde el triple. Un coloso del rebote.
3 Polonara Ha vuelto el jefe a lo grande. Tras dos partidos en el dique seco, el italiano se sacó varios conejos de la chistera para liderar el triunfo vitoriano. Decisivo con su raza, sus tapones y el triple del 71-68.
2 Peters La angustiosa victoria azulgrana tampoco se hubiese entendido sin su mordiente ofensiva desde el 6,75. ‘Mató’ las esperanzas del Valencia de romper el partido y fue el sostén anotador en el tercer cuarto.0 Dragic Otro partido en el que apenas entra en los planes de Ivanovic. El montenegrino apostó por tres y hasta cuatro hombres altos en pista, lo que dejó al esloveno fuera de la rotación en la cuerda exterior.
2 Henry No estuvo muy inspirado en la vertiente ofensiva con una errática carta de tiro y falló el triple de la última posesión. Sin embargo, resultó básico metiendo manos atrás y brindando su consabido poderío físico.
-Fall Intrascendente en la victoria. Un espectador de lujo a partir del segundo cuarto. Las características de los pívots taronjas, capaces de abrirse al exterior y lanzar, desaconsejaron su presencia sobre la cancha azulgrana.