A veces, la explicación de un partido se puede resumir con los números de un solo jugador. Si hubo ayer un hombre representativo de la superioridad germana sobre el Baskonia fue Jalen Reynolds, pívot estadounidense de 27 años de edad y 2,08 metros de estatura que se comió a todos los oponentes que se le pusieron por delante.
Primero se zampó a Fall. Trinchieri había apostado por Johnson en el cinco inicial pero se dio cuenta pronto de que su apuesta era equivocada ante la determinación del senegalés por ser importante en el partido.
El Bayern tardó cuatro minutos en estrenar el marcador. Tampoco el Baskonia había sabido aprovechar su buena defensa, por cierto.
Salió Reynolds y Fall se empezó a sentir más incómodo. O así lo entendió Ivanovic que modificó su batería interior -Jekiri a cancha- en cuanto el Bayern adquirió su primera ventaja. No sirvió de nada y, de hecho, Reynolds fue el principal artífice del primer estirón alemán.
En el segundo cuarto, oh sorpresa, salió Ilimane Diop para tratar de aportar su por ahora perdida energía. Dos faltas en el primer minuto y la tercera poco después. Se acabó Diop. Y segunda oportunidad para Youssoupha Fall.
Dos faltas en cuatro minutos. Y el Bayern no paraba de surtir balones a Reynolds para postear, desgastar y seguir sumando.
Volvió Jekiri, que tampoco pudo desnivelar el pulso interior. Poquita cosa, muy poquita cosa por parte de los pívots baskonistas ante un jugador rival que está cuajando una buena campaña, quizá la mejor de su carrera, pero al que tampoco cabía esperar como el principal estilete que iba a utilizar el Bayern para desfigurar al Baskonia.
Reynolds acabó el partido con 21 puntos, 9 rebotes y 7 faltas provocadas. 29 de valoración. Su mejor partido de la temporada. Una reivindicación en toda regla para un jugador que se asomó sin pena ni gloria por el Barcelona hace un par de años y que ha deambulado por la Segunda y la Primera divisiones italianas, por el Zenit y hasta por el baloncesto chino antes de ser llamado por el Maccabi para competir en la Euroliga. Este verano respondió a la llamada del Bayern y es parte importante en el equipo revelación.
Los alemanes pelean ahora por el tercer peldaño de la clasificación mientras el Baskonia se precipita hacia la parte media-baja, a dos victorias ya del octavo puesto que da opción a disputar los play off de cuartos de final.
Reynolds y sus compañeros se retiraron del Audi Dome entre sonrisas y, seguramente, con la promesa de una buena cena por su excelente trabajo. El Baskonia, mientras, tenía previsto coger el chárter de vuelta ayer mismo para tratar de reponerse ya en Vitoria de las dos palizas recibidas en Kaunas y Múnich.
Lo más recomendable en estos momentos sería una sesión de spa y masaje en algún balneario, pero no hay tiempo. Mañana mismo, el Tenerife de Marcelinho llega hambriento a Vitoria...
Los alemanes pelean ahora por el tercer peldaño de la clasificación mientras el Baskonia se precipita hacia la parte media-baja