- La fábrica de problemas en la que se ha convertido esta temporada el Gran Canaria, penúltimo clasificado del torneo doméstico con solo dos victorias en nueve encuentros, mantiene su infernal ritmo. A los problemas extradeportivos, con un Javi Beirán que ha sido apartado el equipo por Porfi Fisac, se sumó ayer el positivo por coronavirus de Jacob Wiley, una de sus piezas más discutidas en este nefasto inicio de curso. El poste californiano, que no ha respondido a las expectativas tras brillar en el Panathinaikos, permanece con la expedición de Macedonia del Norte en Tallin (Estonia), donde no ha podido disputar un partido de las ventanas FIBA.