- Las gradas del Palacio de los Deportes de Murcia, cancha del visitante de esta tarde en el Buesa Arena, han acogido durante esta semana a un ilustre protagonista que de tan solo nombrar su apellido pone la piel de gallina a los buenos aficionados al baloncesto y, particularmente, los de la NBA. Sin perder ojo del entrenamiento del bautizado como grupo de Élite que dirige personalmente el exbaskonista Sito Alonso, estaba nada menos que Giannis Antetokounmpo, una de las estrellas más rutilantes de la mejor liga del planeta en compañía de su hermano Thanasis.

El motivo no era otro que el de seguir en directo las evoluciones de Alex, el menor de la archiconocida saga baloncestística y promesa reclutada este pasado verano por el UCAM Murcia tras un acuerdo para las próximas tres temporadas. El bisoño alero griego es todavía un proyecto de buen jugador y difícilmente llegará alguna vez a igualar los impresionantes registros o hacerse de oro como el multimillonario Giannis, un ídolo de masas que designado en dos ocasiones MVP de la NBA y la mediática estrella de los Bucks de Milwaukee.

Por si hay algún desconocido que ignora su corta trayectoria, Alex tiene apenas 19 años, mide poco más de dos metros y se acerca a los 90 kilos de peso. Sito Alonso aún no le ha concedido la oportunidad de debutar en esta edición de la Liga ACB, si bien en la última jornada ante el Iberostar Tenerife -saldada con una dolorosa derrota para los levantinos tras dilapidar 24 puntos de ventaja- ya estuvo dentro de los doce convocados sin llegar a salir a la pista. El pequeño de los Antetokounmpo carece de un excelso bagaje en el mundo de la canasta y, en principio, su primera temporada en tierras pimentoneras será simplemente de aprendizaje con el fin de ir quemando etapas en su laborioso proceso de formación.

De momento, el UCAM Murcia le ha hecho ficha de su segundo equipo enclavado en la Liga EBA incluyendo, eso sí, una cláusula de salida hacia la NBA si logra asentarse en el baloncesto estatal y es tentado por alguna franquicia para cruzar el charco. Alex Antetokounmpo decidió en mayo seguir su formación en el Viejo Continente tras graduarse en el Dominican High School de Wisconsin, donde promedió 20 puntos y 7 rebotes dejando patentes sus buenas condiciones atléticas.

De este modo, el pequeño de los Antetokounmpo desestimó la idea de prolongar su etapa en la liga universitaria norteamericana y escogió a un modesto de la ACB con el fin de continuar su desarrollo baloncestístico. Así seguirá los pasos de sus tres hermanos, que actualmente ya han dado con sus huesos en la mejor liga del mundo. Thanasis (28 años), ex del Panathinaikos y que ya militó en el MoraBanc Andorra en la temporada 2016-17, es compañero de Giannis (25) en los Bucks, mientras que Kostas (22) pertenece a los Lakers.

En el caso de Alex, su vínculo con Grecia es menor, ya que antes de ser un adolescente dispuso de la oportunidad de mudarse a Estados Unidos y abrirse hueco con su imponente físico para el baloncesto. "Tenía un par de ofertas en Estados Unidos, pero he decidido jugar en Europa. Quiero convertirme en profesional lo antes posible. Yo he nacido y crecido en Europa, conozco el baloncesto europeo y lo mejor para mí sería firmar un contrato con un equipo como el Murcia. Entrenar y competir contra jugadores formados, experimentar una competición dura y soportar la presión. De esta manera creceré a todos los niveles", explicó en el mes de junio la promesa del UCAM a la hora de justificar el, para muchos, sorprendente paso enprendido en su corta carrera.

En la nota enviada a los medios tras su fichaje, el propio club pimentonero se encargó de aclarar que en el proceso de selección iniciado por la agencia de representación de Alex para alcanzar el profesionalismo su hermano Giannis había llevado la voz cantante. Únicamente el tiempo dirá de lo que es capaz un jugador al que el peso de su apellido puede cargarle con una presión perniciosa para sus intereses. "Veo en él esa pasión necesaria para triunfar", le alabó recientemente la bestia parda de los Bucks, que prácticamente compite en la NBA como si estuviera en el patio del colegio.