- Uno de los aspectos que más valoran los entrenadores de sus plantillas es la polivalencia y la capacidad de los jugadores para amoldarse a distintas posiciones sobre la cancha. Pues bien, Dusko Ivanovic no podrá tener queja en este sentido en la temporada que echó a andar oficialmente el pasado viernes con los primeros reconocimientos médicos. Y es que el técnico montenegrino, capaz siempre de hacer más con menos y exprimir al máximo los recursos de los que dispone, dirigirá a partir de ahora un grupo con una proyección indudable que le permitirá oponer distintas variantes tácticas durante el desarrollo de los partidos.

Juventud, ambición y versatilidad a partes iguales para que, si la pandemia finalmente lo permite, el TD Systems Baskonia afronte el enorme reto de defender el cetro liguero conquistado en Valencia y tratar de protagonizar un papel más que digno en la Euroliga. De los trece efectivos azulgranas, únicamente dos (Youssoupha Fall y Tonye Jekiri) carecen con certeza de esta virtud de simultanear varias posiciones sobre la pista. Debido a sus peculiares condiciones y su colosal envergadura, a nadie se le escapa que ambos espigados interiores africanos son cincos puros destinados principalmente a ocupar el centro de la zona, si bien es cierto que el ex del Asvel Villeurbanne lució la pasada temporada una buena mano a cuatro-cinco metros en la Euroliga y podría llegar a ser una amenaza desde dicha distancia.

Sin embargo, es en el perímetro donde la polivalencia de todos sus hombres puede hacer del TD Systems Baskonia un equipo realmente peligroso y difícil de defender para los rivales. Lo lógico será que Ivanovic haga coincidir durante muchos minutos a Pierria Henry y Luca Vildoza con el argentino liberado de labores organizativas y desplazado al dos para exhibir su colmillo afilado y su pegada en ataque, tal y como quedó patente en la pasada fase final de la ACB. Ambos se complementan a la perfección y pocas parejas en Europa pueden proporcionar hoy en día tanta estabilidad a ambos lados de la canasta si las lesiones les respetan.

El combo recién llegado Khadeen Carrington y el irreverente Arturs Kurucs, sobre el que los rectores tienen depositadas grandes esperanzas, también podrán alternarse en el puesto de base y escolta disponiendo así Ivanovic de innumerables opciones a la hora de trasladar el balón a la pista contraria y organizar el juego.

El perímetro azulgrana se completa con dos piezas versátiles como Zoran Dragic y Rokas Giedraitis que pueden desempeñar del mismo modo diferentes roles. El gladiador esloveno, que se ha hecho valer para dar el sí a la oferta de renovación, ejerce sin problemas como alero para defender a hombres más altos. La falta de centímetros se compensa con una agresividad que contagia a la grada, su rapidez de manos para robar balones o ese espíritu guerrillero que tango gusta en el Buesa. Por su parte, el elegante tres lituano ya ha demostrado con creces durante su etapa en el Alba Berlín a las órdenes de Aíto que puede desempeñar ocasionalmente la función de cuatro abriendo el campo y favoreciendo espacios para el lucimiento del center puro, en este caso Fall o Jekiri.

Varios hombres altos también serán susceptibles de proporcionar al Baskonia unas variantes tácticas que incomoden a los rivales. Por ejemplo, es factible que Ivanovic ponga en liza algún quinteto con una envergadura colosal si Achille Polonara es reciclado al puesto de tres, una apuesta que el técnico de Bijelo Polje ya introdujo con éxito la pasada campaña elevando la consistencia reboteadora y la temperatura física del equipo. El italiano, último ídolo del baskonismo, podrá compartir minutos en pista con Alec Peters, posiblemente la gran incógnita del remozado proyecto vitoriano que no puede permitirse el lujo de vivir otro ejercicio tan decepcionante como los últimos en el CSKA y el Anadolu Efes.

La campaña 2020-21 también servirá, por último, para comprobar si Ilimane Diop sigue puliendo una muñeca cada vez más efectiva desde la larga distancia. El senegalés, decisivo en defensa, ha desarrollado un tiro muy aceptable que le convierte en una alternativa para desplazarse al cuatro en momentos puntuales. Hasta los jóvenes canteranos Tadas Sedekerskis y Sander Raieste, predestinados a tener por fin una gran cuota de protagonismo en la Liga ACB, se encuentran capacitados para alternar indistintamente los puestos de tres y cuatro.

Cabe recordar que el Baskonia deberá descartar todas las jornadas en el frente doméstico a uno de los nueve jugadores no cupos de su plantilla, por lo que dicha polivalencia será un punto a favor de Ivanovic para afrontar esta compleja disyuntiva con algo más de tranquilidad. El sacrificado saldrá sí o sí de los dos extracomunitarios Henry y Peters, los cotonou Carrington y Jekiri o los cinco comunitarios FIBA (Vildoza, Dragic, Giedraitis, Polonara y Fall). Todos irán rotando con total seguridad dado que la patronal concede la oportunidad de efectuar hasta 22 cambios, aunque cualquier lesión motivará que Ivanovic no tenga que romperse la cabeza.

Tan solo Fall y Jekiri, dos boyas destinadas a ocupar el centro de la zona, carecen de esa virtud dentro del nuevo proyecto azulgrana

En los puestos exteriores podrán introducirse muchas variantes tácticas para hacer del vitoriano un equipo muy peligroso e imprevisible