- El TD Systems Baskonia llevaba ya semanas esperando la respuesta definitiva a la oferta que le había presentado a Zoran Dragic a la conclusión de la temporada para ampliar su vínculo una campaña más, pero hubo de esperar hasta ayer para anunciar de manera oficial la continuidad del esloveno en Vitoria durante el curso 2020-21. Con el balcánico, ya con trece las licencias ocupadas dentro de la plantilla que mañana comenzará con las pruebas físicas y médicas y la semana que viene arrancará con los entrenamientos, pero todavía podría producirse algún movimiento final dependiendo de las circunstancias. Y es que, con las competiciones del curso entrante todavía en el aire, sobre todo en el caso de la Euroliga, en el club se maneja aún la posibilidad de un último movimiento en el mercado americano que depende de muchos factores y que, de materializarse, serviría para potenciar aún más la línea exterior.

A la espera de si se puede concretar esa hipotética última incorporación, la plantilla del TD Systems Baskonia comenzará al completo los entrenamientos en apenas unos días una vez oficializada la renovación de Dragic. Una firma deseada por el club como evidencia que se le ofreciese la continuidad, pero con una decisión que se ha alargado en el tiempo al no estar de acuerdo el esloveno con los parámetros económicos que se le habían planteado. Tras someter al jugador al derecho de tanteo presentando una oferta por el mismo sueldo que percibió la pasada campaña, las fechas han ido pasando sin que haya recibido propuestas mejores. Ayer cumplía el plazo de vigencia de esa proposición azulgrana -las dos partes podían seguir negociando, pero ya no existía ninguna obligación legal a hacerle un espacio en plantilla- y finalmente Dragic aceptó los parámetros marcados para seguir un año más en el Buesa Arena.

Con la continuidad del esloveno, Ivanovic se asegura la presencia en el equipo de un veterano con mucha ascendencia sobre los jóvenes y que tiene carácter para asumir galones y responsabilidades dentro de la cancha y del vestuario. Tras muchas lesiones graves que le impidieron alcanzar el elevado techo que se le auguraba de joven, en Vitoria Dragic se reencontró con el máximo nivel y fue un factor determinante en el título liguero, con un papel muy importante partiendo desde el banquillo y una actuación estratosférica en la semifinal contra el Valencia con 21 puntos.

Más allá de los registros estadísticos (7,1 puntos y 5,6 de valoración en 16 minutos en la ACB; 7,8 puntos y 6 de valoración en 17 minutos en la Euroliga), el balcánico aporta energía e intensidad en todas las facetas del juego, es un defensor excepcional sobre todo en líneas de pase y tiene capacidad para anotar tanto a través de las penetraciones como de eficaces cortes, aunque en el lanzamiento exterior sea bastante irregular. Y, sobre todo, es uno de esos jugadores que no se achican en los momentos complicados, con capacidad para tirar del carro y con mucho peso emocional dentro del vestuario. Un guerrero que encaja a la perfección con Ivanovic y también en el Baskonia.