vitoria - El Buesa Arena puede ser testigo este jueves de una fiesta anotadora. No en vano, aterriza en el Buesa Arena el mejor pistolero de toda la Euroliga pero también el mayor coladero a nivel defensivo. El Khimki de Alexey Shved, posiblemente el más anárquico de todos los participantes en la máxima competición y que todavía no ha conseguido funcionar como un colectivo en la presente temporada, suele dar pie a partidos disputados a pecho descubierto y en los que el rigor atrás brilla por su ausencia.
El próximo rival del Baskonia, actual líder de la VTB League con tan solo una derrota en catorce jornadas pero que en la Euroliga se encuentra fuera de los ocho mejores pese a que el verano volvió a tirar la casa por la ventana, lleva camino completar este ejercicio el enésimo fracaso de los últimos tiempos por culpa de esa coraza de equipo talentoso pero demasiado blando y carente de las hechuras sólidas que exige el asalto a los títulos de caza mayor.
El hecho de entregarle sistemáticamente las llaves del equipo a un jugador de rachas como Alexey Shved constituye una apuesta de elevado riesgo. La estrella rusa, hasta el desembarco de Nikola Mirotic en el Barcelona el baloncestista mejor pagado a este lado del Atlántico, tiene licencia para gastar munición a mansalva en cada partido saltándose a la torera cualquier sistema. Para lo bueno y lo malo, el Khimki es reo de un base-escolta que si bien atesora una habilidad innata para desequilibrar cualquier velada a golpe de talento también es capaz de arrastrar a los suyos al caos con su individualismo.
El conjunto de la periferia de Moscú está firmando una trayectoria en línea descendente en la Euroliga pese a su reciente triunfo ante el Real Madrid. Tan solo ha ganado tres de los últimos doce partidos encajando en muchos de ellos unos tanteadores escandalosos, un hecho que le mantiene fuera del Top 8, el objetivo mínimo que se fijó el pasado verano cuando conformó una plantilla a golpe de talonario. Uno de sus fichajes galácticos, el pívot Timofey Mozgov, todavía no se ha estrenado en la presente temporada al seguir convaleciente de una lesión de rodilla arrastrada de su larga etapa en la NBA.
Para el Baskonia, que se encuentra en una situación crítica en la Euroliga tras encadenar tres derrotas consecutivas, el objetivo no solo será ganar en busca de aire en la clasificación sino también recuperar el average de la ida (79-76) en la capital rusa. - O. San Martín