vitoria - El Baskonia continúa en vilo por Johannes Voigtmann, uno de los jugadores que condiciona la planificación de la próxima temporada. El poste alemán, llegado al Buesa Arena en el verano de 2016 procedente del modesto Skyliners Frankfurt de su país natal, deshoja estos días la margarita para resolver la intriga que preside el siguiente paso en su carrera. A sus 26 años e inmerso a estas alturas en su madurez deportiva, debe decidir si prolonga su aventura como azulgrana o, en caso contrario, afronta nuevos estímulos lejos de Vitoria.
Josean Querejeta y sus más íntimos colaboradores todavía no renuncian a un jugador por el que el Baskonia continúa apostando fuerte pese a que su rendimiento durante estas tres últimas campañas ha estado presidido por la intermitencia. Aun tratándose de un cuatro-cinco que en el lado más negativo de la balanza ha soliviantado a la grada del Buesa Arena por culpa de su ternura debajo de los tableros o esa consabida fragilidad mental que le empequeñece cuando se ve eclipsado por otros compañeros del equipo, nadie cuestiona que dispone del principal requisito para triunfar en este difícil juego: la calidad.
De hecho, Voigtmann tiene encima de la mesa desde hace tiempo una oferta de renovación para las dos próximas campañas, la prueba más palpable de que la entidad alavesa le tiene una notable estima como baloncestista. Ahora es al alemán a quien corresponde reflexionar, eso sí con la certeza de que el optimismo no aflora en las oficinas de Zurbano en estos instantes a la hora de conocer la resolución final de este culebrón.
El principal problema para el Baskonia es que el teutón se ha convertido actualmente en una pieza bastante codiciada en el Viejo Continente. Pesan mucho más sus virtudes que sus defectos y de ello son conscientes los directores deportivos de varios conjuntos de la Euroliga que también están pujando en silencio por su fichaje.
Al margen de la evidente facilidad anotadora, su privilegiada visión de juego desde el poste bajo o la habilidad para correr el contragolpe no son fáciles de encontrar hoy en día en otros postes como Voigtmann que midan 2,11 metros, una altura de la que no siempre consigue extraer réditos, por ejemplo, para mostrarse contundente en la parcela defensiva o el cierre del rebote.
Otro aspecto que juega en contra de su continuidad en Vitoria es la imposible convivencia con Shengelia en el puesto de cuatro. Durante la larga convalecencia del georgiano, Voigtmann se sintió capitán general de un Baskonia al que ayudó sobremanera a enderezar su rumbo en la segunda vuelta de la Euroliga. El internacional alemán conformó una pareja de altos vuelos junto a Poirier que permitió a Perasovic oponer muchos centímetros sobre la cancha gracias a la presencia conjunta de sus dos torres.
Sin embargo, la vuelta del capitán le devolvió a un segundo plano y minó nuevamente su confianza en todas las facetas. Regresó entonces la versión más desconcertante de un jugador al que la grada azulgrana silbó en el último partido oficial de la temporada en el Buesa Arena ante el Zaragoza. Este hecho no ha redundado en que el Baskonia quiera prescindir definitivamente de sus servicios.
Lo cierto es que Voigtmann ya maneja tan solo dos alternativas: en España su única opción es el Baskonia o probar fortuna en otro país. El Anadolu Efes, siempre con una chequera generosa, y algunos pujantes equipos alemanes -el Bayern Munich ya se ha interesado por él en más de una ocasión en el pasado- le tienen subrayado en rojo en su agenda de prioridades de cara a la próxima temporada.
Según ha podido confirmar este periódico, el interior alemán no pretende dilatar la decisión final. En las dos o tres próximas semanas, habrá veredicto en uno u otro sentido. En el caso de que opte por hacer las maletas, el Baskonia continuará conservando sus derechos en España, ya que tiene previsto incluirle entre los jugadores sujetos a derecho de tanteo. Trasladándole la oferta de renovación, mantendría la propiedad respecto a Voigtmann si este decide retornar en un futuro a la ACB..