vitoria - Ni el cambio de técnico ni la masiva cantidad de fichajes acometidos con el ejercicio ya en marcha han alterado el oscuro panorama que se cierne sobre el Buducnost en la presente edición de la Euroliga. Tras proclamarse el año pasado brillante vencedor de la Liga Adriática, el conjunto montenegrino ha decepcionado por completo en su vuelta a la élite continental tres lustros después.

Con apenas seis victorias en 25 jornadas, es penúltimo clasificado igualado con el Gran Canaria -tan solo el Darussafaka presenta peor bagaje que ambos- y este viernes aterriza en el Buesa Arena en un pésimo estado de confianza tras encadenar cinco derrotas consecutivas en la máxima competición. La última de ellas precisamente ante el Olympiacos, por 76-89, motivó hace días un enfado monumental por parte de los sufridores aficionados presentes en el Moraca Sports Center. No en vano, los jugadores fueron despedidos con una sonora pitada tras consumar otra desangelada actuación ante los griegos.

A los rectores del próximo rival azulgrana, eso sí, no se les puede recriminar el hecho de no haberlo intentado todo con el fin de escapar del furgón de cola de la clasificación. La cirugía se ha aplicado no solo en el banquillo con el desembarco de Jasmin Repesa en lugar de Aleksandar Dzikic sino también en una devaluada plantilla que presenta varias novedades respecto a la que endosó una hiriente derrota al Kirolbet en la ida (99-84) precipitando la drástica destitución de Pedro Martínez.

La apuesta por tres estadounidenses de un perfil bastante bajo, el base Norris Cole -ex del Maccabi-, el alero James Bell y el pívot Devin Williams, al margen de la llegada de otra promesa como la torre georgiana Goga Bitadze, no se han traducido en un salto de calidad para un equipo sin identidad, inexperto en estas lides y demasiado tierno a la hora de competir en un torneo de caza mayor como la Euroliga.

triunfo en la ‘aba league’ Desde hace tiempo, casi todas las esperanzas del Buducnost se encuentran centradas en tratar de revalidar su corona en la Liga Adriática, de la que es el vigente campeón tras derrotar al Estrella Roja en la final de la pasada temporada, y así poder mantener su plaza en la Euroliga. Hasta ayer, ocupaba una discreta cuarta posición y su objetivo de repetir presencia en el torneo más glamuroso a nivel continental se antoja complicado ante el aparente armazón más sólido de tres rivales directos como el propio Estrella Roja, el Cedevita o el Partizan.

Los montenegrinos cosecharon ayer una ajustada victoria (70-77) fuera de casa ante el Mega Bemax en un encuentro donde Goga Bitadze brilló con luz propia ante su exequipo al conseguir 22 puntos y 8 rebotes. El georgiano está predestinado a salir elegido este año en primera ronda del draft. - O. San Martín