- Fue el primer fichaje en ser oficializado este verano por el Baskonia a mediados de julio. Coincidiendo con la desvinculación de Janis Timma, cuya astronómica ficha era un lastre para las altas esferas y terminó recalando en el Olympiacos, el club vitoriano oficializó el acuerdo cerrado semanas atrás con una de las sensaciones de la Lega. El alero estadounidense, de 24 años y 1,98 metros, ha brillado con luz propia en el país transalpino conduciendo a un modesto como el Aquila Basket Trento a la final de las dos últimas temporadas.
El aterrizaje en Vitoria constituye un indudable salto cualitativo en la carrera de un jugador cuya valía todavía está por descubrirse habida cuenta de que nunca ha disputado la Euroliga ni tampoco ha militado hasta ahora en un equipo de máximas aspiraciones. Si bien desprende buenas vibraciones, dentro del universo baskonista se le considera en este momento el clásico melón por abrir. Una cosa es ser cabeza de ratón y otra bien distinta cola de león, si bien ya es un aval interesante el hecho de que conozca el baloncesto europeo y, a priori, no precise un tiempo de adaptación como sucede con esta clase de baloncestistas.
“Estoy realmente emocionado. Es una gran oportunidad aprender de este entrenador, estar aquí con ilusión y unirme a un equipo así. He llegado aquí para ganar partidos”, confesó de entrada Shields, que mamó desde bien pequeño el deporte en su Kansas natal. No en vano, su madre danesa -un pasaporte que le permitirá no ocupar plaza de extracomunitario en Vitoria- fue futbolista y su padre uno de los mejores futbolistas de fútbol americano en Estados Unidos.
Estrella indiscutible en una liga que ha perdido pujanza como la transalpina, su desembarco en el Baskonia le llega, a priori, en el momento más dulce de su todavía corta carrera. De ahí que en su discurso hiciera gala de una máxima ambición para crecer y ponderara “la historia y tradición” de la entidad alavesa, a las puertas de la temporada más ilusionante con la Final a Cuatro de la Euroliga como grandilocuente objetivo.
“Me llegó la oferta a través de mi agente. Como es un gran club y una buena organización, realmente no me tuvieron que vender mucho su proyecto. De cara a esta temporada, tengo que encajar bien en un equipo donde hay jugadores que llevan muchos años aquí, aprender todos los sistemas y estar a la misma velocidad que mis compañeros”, relató Shields, que ha suscrito un contrato de dos temporadas con el Kirolbet con su correspondiente cláusula de salida hacia la NBA al término de la primera.
muy diferente a janis timma El Baskonia espera de él básicamente un elevado caudal anotador y capacidad de desborde en la cuerda exterior. En principio, las cualidades de este dos-tres europeo difieren bastante de las de su predecesor. No es un depurado triplista como Timma, pero a diferencia del letón sabe echar el balón al suelo y generarse sus propias canastas, una virtud que tan solo exhibió Beaubois durante el ejercicio anterior. “Tengo mucho que aprender y mejorar como jugador, también como persona. Vengo con una buena actitud y trabajaré muy duro. Ha sido genial introducirme en la pretemporada. Hemos estado las dos primeras sesiones trabajando las cosas básicas de defensa y transición al ataque”, reconoció un jugador no muy grande que incluso ha ejercido como falso cuatro en algún tramo de su trayectoria.
Tras ponderar “la buena bienvenida” que le han brindado sus compañeros en el Buesa Arena, Shields justificó las razones de su explosión anotadora en los pasados play off por el título en Italia. Y es que el interés del Kirolbet en Shields se disparó a raíz de que promediara 21 puntos en la final ante el Emporio Armani Milán. Los 126 puntos que contabilizó en seis partidos supusieron la tercera mejor marca de la historia del torneo, tan solo por detrás de los 134 de Predrag Danilovic y los 133 de Carlton Myers.
“Tuve una buena temporada el año pasado, pero en febrero después de las ventanas FIBA se lesionó nuestro base titular y me tocó asumir una mayor responsabilidad dentro del equipo, sobre todo a nivel ofensivo. Debí aprender a subir el balón y eso me ayudó a mejorar”, rememoró Shields, graduado en Biología por la universidad de Nebraska.