vitoria - Aparcada la monumental decepción copera en Las Palmas, la Euroliga vuelve a abrirse paso como el objetivo prioritario del Baskonia a corto plazo. En este sentido, un rayo de esperanza ilumina la inminente visita del Baskonia al Megasport Arena de Moscú. A un dragón de innumerables cabezas como el CSKA, autoritario líder de la Euroliga y principal candidato al título, se le ha abierto una grieta gigantesca en su robusto armazón. Severamente debilitado en la pintura, el conjunto vitoriano deberá percutir hacia el interior en el partido más exigente que le aguarda hasta la conclusión de la fase regular.
El juego interior de Dimitris Itoudis ha quedado malherido con las lesiones de sus dos cincos. Salvo sorpresa de última hora, Kyle Hines y Othello Hunter se ausentarán ante los vitorianos. El primero sufrió una lesión muscular en el choque de hace tres semanas ante el Real Madrid; el segundo se lastimó un ligamento de la rodilla en un choque de la Liga Báltica ante el Khimki. Pabel Korobkov, el otro poste puro en la extensa rotación manejada por el técnico griego, continúa dado de baja en la máxima competición.
Por todo ello, el CSKA deberá reinventarse y buscar alguna fórmula milagrosa para minimizar su debilidad bajo los aros. Una buena oportunidad para que Vincent Poirier o Johannes Voigtmann -el punto fuerte del alemán, sin embargo, no es el juego de espaldas al aro- sean buscados con insistencia por sus compañeros o la pelea por el rebote se decante a favor de los baskonistas.
La última derrota de los rusos en la Fuente de San Luis en Valencia ya fue un perfecto indicativo de que estas dos ausencias pesan como una losa. A Itoudis no le quedó más remedio que alternar la presencia de sus treses y cuatros ante la orfandad de una referencia en la zona. De esta forma, jugadores muy móviles y versátiles pero huérfanos de kilos y músculo como Antonov, Kurbanov, Clyburn y Vorontsevich debieron cubrir las bajas de Hines y Hunter. El preparador heleno también rescató del anonimato al veterano Khryapa, cuyos problemas físicos le convierten ya en una pieza residual del aspirante ruso. Otros hombres altos como Makiev y Gankevich, llegados el pasado verano a Moscú, apenas disputaron un minuto en tierras levantinas.
Ante este desolador panorama para las próximas semanas, era de esperar que un club tan adinerado como el CSKA moviera ficha y acudiera el mercado. Sin embargo, su elección ha causado sorpresa, ya que el temporero escogido por los moscovitas no es un cinco nato. El ala-pívot Victor Ruud, reclutado del Gaziantep turco, con fama de díscolo a lo largo de su carrera y que se ha comprometido por un único mes con opción a toda la temporada, supera por muy poco los dos metros y acostumbra a moverse lejos de la canasta gracias a sus notables cualidades atléticas.
En definitiva, un CSKA algo más terrenal que, sin embargo, constituirá una durísima piedra de toque para un Baskonia obligado a rearmarse anímicamente tras el fatídico episodio del Gran Canaria Arena y prácticamente con un margen de error nulo a la hora de colarse en el Top 8. Su hipotética derrota en Moscú, combinada con el triunfo del Maccabi en Málaga, sería letal.