vitoria - El mundo de los agentes de baloncesto es lo más parecido a un mercado persa, una ley de la selva donde los dirigentes deben hilar muy fino, moverse con maestría en el barro y mostrar una astucia especial a la hora de reclutar a las mejores piezas de mercado. No se puede cantar victoria antes de tiempo por si acaso. Si quien está de por medio es nada menos que Misko Raznatovic, el más influyente y mediático de todos, el precio del pan sube todavía un poco más y cualquier operación que parece perfectamente encaminada puede truncarse en el último instante.

El Baskonia vivió este verano una amarga experiencia con el gran tiburón de los representantes y un diáfano objeto de deseo (Ricky Ledo) como telón de fondo en su consabido intento de negociar la continuidad del ahora exterior del Anadolu Efes, con quien se reencuentra mañana en el Sinan Erdem Arena en el marco de la duodécima jornada de la Euroliga.

Apreciado que su flamante apuesta para las series finales por el título se convirtió la temporada pasada en un indudable soplo de aire fresco para un equipo agotado física y mentalmente, Josean Querejeta estaba vivamente interesado en ampliar su vinculación. Tanto que arrancó incluso al propio jugador un compromiso satisfactorio, pero no contaba con la aparición final y las maniobras en la sombra de Raznatovic, un agente con el que siempre resulta preferible mantener unas relaciones cordiales ante la sobresaliente cartera de jugadores que maneja en la actualidad.

La idea inicial de la entidad azulgrana de cara a este proyecto residía en encontrar un complemento anotador para Rodrigue Beaubois en el perímetro. Y la primera opción no era otra que Ledo, un escolta-alero que durante sus pocas semanas en Vitoria evidenció que se le caían los puntos de los bolsillos y que había aterrizado previamente con la etiqueta de máximo anotador del baloncesto turco enrolado en el modesto conjunto del Yesilgiresun.

El Baskonia se las prometía felices cuando llegó un jarro de agua fría inesperado que le obligó a activar nuevas alternativas en el mercado. Semanas más tarde sería Jordan McRae el elegido para desplegar esta función. Con el camino allanado para que Ledo siguiese en Vitoria, Raznatovic comenzó a ofrecer a su cliente al mejor postor colocando el listón de la puja en unos niveles realmente altísimos. Esa especie de subasta constituyó el principio del fin para el Baskonia, que de la noche a la mañana y al poco de caer eliminado ante el Valencia Basket en la semifinal liguera se topó con la desagradable noticia de que su mirlo blanco se había evaporado.

sin pegada con ‘peras’ Sin tiempo material para sopesar la posibilidad de igualar la tentadora oferta procedente de Turquía, el Anadolu Efes anunció el 7 de junio el fichaje del exterior nacido en Providence para las dos próximas temporadas. Fue un golpe bajo que, si bien se produjo al inicio del mercado estival quedando margen para la reacción, levantó ampollas en las oficinas del Buesa Arena, donde Ledo dejó un grato sabor de boca.

En la serie de cuartos de final ante el Gran Canaria, siendo prácticamente un recién llegado que todavía no conocía los sistemas de Sito Alonso, este compulsivo killer pasó de puntillas. Sin embargo, entró en erupción en la siguiente ronda ante el Valencia Basket de Pedro Martínez, a quien por ejemplo endosaría en un partido la friolera de 24 puntos en 23 minutos. En las entrañas del club vitoriano existían pocas dudas acerca de la idoneidad de su continuidad y los primeros pasos para hacer realidad este objetivo no tardaron en darse. A la postre, Josean Querejeta y sus estrechos colaboradores se quedarían con la miel en los labios.

Durante su periplo en el Efes, que también está pagando un infernal inicio de Euroliga con cinco derrotas consecutivas, Ledo no está respondiendo eso sí a las ambiciosas expectativas creadas. Contagiado de la mala dinámica colectiva del próximo rival del Baskonia, el de Rhode Island constituye una de las muchas decepciones de un equipo con escasa química y también un discutible sentido coral.

Este compulsivo anotador apenas promedia en Estambul 10,3 puntos y 4,9 rebotes con unos porcentajes de campo ciertamente discretos (34% en tiros de dos y 29% en triples). Para colmo de males, hace dos meses tuvo que realizar un viaje relámpago a su país natal para asistir al funeral de su padre y se perdió los choques ante el Valencia Basket y el Fenerbahce.