vitoria - El Baskonia se dispone a iniciar la segunda temporada sin un patrocinador que manche su camiseta. Pese a los denodados intentos emprendidos por Josean Querejeta para buscar una marca de prestigio que asocie su nombre al club azulgrana, la búsqueda está resultando a todos luces infructuosa. En un contexto de apreturas económicas para muchas empresas, el objetivo ni siquiera se presenta sencillo para un equipo de baloncesto con suficiente eco y altavoz hasta en los lugares más recónditos del planeta.
Prácticamente tres décadas de patrocinio ininterrumpido que han brindado una indudable estabilidad en todos los sentidos gracias al mecenazgo en primera instancia de Taulell -la firma valenciana fue el soporte económico durante 22 largos años- y más tarde Laboral Kutxa -la entidad financiera vasca daría cobijo al Baskonia durante siete años- han dado paso a un periodo de cierta incertidumbre. El dirigente de Lazkao está padeciendo desde hace tiempo grandes agobios para encontrar una firma, ya sea del territorio o ubicada en el extranjero, que apueste fuerte por unirse a uno de los grandes de la Liga ACB y la Euroliga.
Sin las premuras de antaño dado que la entidad del Buesa Arena ha recobrado el músculo económico para volver a competir al más alto nivel, Querejeta sigue llamando a todas las puertas posibles para hacer realidad un objetivo primordial que reforzaría las aspiraciones azulgranas en todos los frentes. Desde un principio, el rector negoció la búsqueda de un patrocinador que, a poder ser, fuera conjunto y manchara las camisetas de los dos clubes grandes de la provincia. El acuerdo en cuestión hubiese sido más beneficioso para el conjunto de baloncesto, cuyas opciones de facturar ingresos son sensiblemente más pequeñas por motivos obvios.
Cuando ya ha transcurrido un año de la separación, el vacío dejado por Laboral Kutxa continúa sin cubrirse pese a que meses atrás estuvo cerca de producirse una entente por cuatro temporadas con ETL Global, una firma alemana especializada en servicios profesionales de asesoramiento legal, fiscal, laboral, auditoría y consultoría. Finalmente, las negociaciones no llegaron a buen puerto y hubo que empezar nuevamente de cero.
Querejeta siempre ha tenido claro que no está dispuesto a vender el nombre del Baskonia a cualquier precio y mantiene una postura de fuerza con el fin de dar con la cantidad que considera adecuada para una camiseta de indiscutible repercusión. Además, la actual capacidad azulgrana a la hora de generar ingresos ha mejorado de forma ostensible y los acuciantes problemas de años anteriores están quedando paulatinamente atrás.
tres equipos, sin sponsor Cabe recordar que en su época más dorada, la entidad alavesa llegó a percibir de Taulell cerca de dos millones de euros anuales, unas cantidades que hoy en día parecen desorbitadas y que ninguna gran firma está dispuesta a asumir teniendo en cuenta la poca repercusión mediática del baloncesto, que incluso ya se retransmite a través de una plataforma de pago y no es en abierto como antaño. Laboral Kutxa también brindó una gran estabilidad durante los cuatro primeros años de colaboración. Fue a partir del quinto ejercicio cuando comenzó a reducir su aportación. El matrimonio con la entidad financiera se quebró en el verano de 2016 tras tambalearse un año antes.
El Baskonia es uno de los cuatro equipos que actualmente carece de patrocinador. Tampoco se ven manchadas por ninguna firma las elásticas del Real Madrid, que recientemente acabó su vinculación con Teka, el Valencia Basket -un club sostenido por Juan Roig, dueño del imperio Mercadona- y el Gipuzkoa Basket, un recién ascendido a la ACB que también pretende aliarse con una marca de prestigio que haga más llevadera su vuelta a la élite del baloncesto estatal.