Vitoria - El Baskonia y la continuidad siempre suelen estar reñidos todos los veranos. La agitación es permanente durante los mercados estivales. Entre la naturaleza vendedora del club azulgrana, su creciente dificultad para retener a sus figuras y el veredicto negativo de las altas esferas a la hora de dar un voto de confianza a jugadores que no han rendido a la altura de las expectativas, se ha convertido en una tradición que sus plantillas experimenten un brusco lavado de cara de un año a otro. Pues bien, en esta ocasión no va a ser una excepción visto el giro que están adquiriendo los acontecimientos desde la eliminación liguera en la Fuente de San Luis.
Al margen de la esperada rescisión de contrato de Sito Alonso y el nombramiento de Pablo Prigioni al frente del banquillo, la renovación de la plantilla está viviendo intensos capítulos durante los últimos días. De momento, ya se han confirmado cinco bajas (Ledo, Laprovittola, Blazic, Luz y Tillie) y quedan por resolver varias incógnitas. Las principales versan sobre el oscuro futuro de Larkin y Hanga, ambos muy codiciados y con escasas opciones de prolongar su estancia en Vitoria. Eclipsado por el resto y en un discreto plano, no hay noticias oficiales respecto a Budinger, al que el Baskonia no ha trasladado una oferta de renovación y quedó excluido de la lista de jugadores inscritos en el derecho de tanteo. Salvo sorpresa, el californiano tampoco seguirá en la capital alavesa pese a haber dejado buenas sensaciones en ciertas partes de la campaña.
Es decir, hasta ocho bajas podrían llegar a contabilizarse en próximas fechas si Josean Querejeta no consiguen enderezar el rumbo de las negociaciones emprendidas con Larkin y Hanga para su continuidad. Un número muy elevado que contrasta, por ejemplo, con la política de continuidad instalada en otros rivales directos como el Valencia Basket, el Real Madrid o el Unicaja, que a diferencia del Baskonia trabajarán sobre una base sólida y tienen construidos unos sólidos cimientos.
Salvo sorpresa en forma de oferta irrechazable del exterior, cinco jugadores apuntan a la continuidad en la capital alavesa. En la cuerda exterior, Beaubois disfrutará de una nueva oportunidad pese a que el pasado ejercicio acabó muy lejos de las ambiciosas expectativas. Tampoco parece peligrar la continuidad de Voigtmann, claramente de más a menos en su primer año de andadura azulgrana pero que constituye una apuesta de futuro de la secretaría técnica. Si hay una noticia de calado que ha dejado hasta la fecha el verano ha sido la renovación de Shengelia, un movimiento estratégico buscado con ahínco desde hacía meses por tratarse además de un jugador de formación. Una etiqueta que comparte junto a Ilimane y Sedekerskis, dos jugadores cuya progresión deberá subir algún peldaño a las órdenes de Prigioni. De un gladiador como el senegalés se espera por fin un paso al frente en labores ofensivas, mientras que el lituano también debería colocarse algo más en el escaparate para saber hasta qué punto puede llegar a erigirse en un jugador de impacto en los próximos años.