vitoria - Después de instalarse en los cielos con la consecución por la vía rápida del pasaporte para regresar a una Final Four ocho años después de su última presencia en esta cita que reúne a lo más granado del baloncesto continental, al Laboral Kutxa le toca hoy volver a poner los pies en el suelo. El combinado azulgrana ha tenido unos días para poder disfrutar del éxito conseguido pero la competición no entiende de treguas y, por ello, presenta un nuevo examen a las primeras de cambio. Una prueba a la que el Baskonia tiene que acudir con la cabeza completamente libre de distracciones si no quiere despertarse del sueño que está viviendo recibiendo un inoportuno bofetón. La Euroliga, por extraño que pueda parecer, debe quedar aparcada durante un par de semnas para ceder todo el protagonismo a la competición doméstico, en la que el cuadro vitoriano también cuenta con importantes desafíos en el horizonte.

El encargado de poner a prueba la capacidad alavesa para abstraerse de los cantos de sirena procedentes de Berlín es, además, un hueso duro de roer por lo que el plantel de Velimir Perasovic tendrá que evitar cualquier mínima distracción si no desea salir escaldado. Y es que el rival en este regreso a la ACB no es otro que el Montakit Fuenlabrada. Con el agravante añadido de que el encuentro se disputa en la localidad madrileña, un escenario históricamente complicado para cualquier visitante y que no se le da precisamente demasiado bien a los vitorianos.

La escuadra fuenlabreña está desarrollando una de los mejores ejercicios de su historia y de la mano del extécnico baskonista Jota Cuspinera se ha instalado entre los ocho primeros clasificados y aspira a disputar los play off por el título después de haber estado presente ya también en la Copa del Rey de A Coruña. En definitiva, un conjunto que, pese a sus notables limitaciones económicas, ha logrado alcanzar un nivel competitivo más que notable que le permite ser un escollo considerable para cualquier adversario.

Por lo tanto, el Laboral Kutxa haría bien en asumir esta circunstancia antes de saltar a la pista y emplearse al máximo de sus posibilidades para poder sumar una nueva victoria que le permita esquivar posibles complicaciones para conservar la cuarta plaza en la clasificación que en estos momentos ocupa.

En cualquier caso, el objetivo no resultará sencillo puesto que, una vez más, el combinado vitoriano está obligado a afrontar este compromiso mediatizada de manera importante por los problemas físicos. De esta manera, Velimir Perasovic continuará sin poder contar con tres piezas tan importantes en sus esquemas como Shengelia, Causeur y Hanga. Aunque en un principio parecía que el alero húngaro podría ser de la partida tras lesionarse en el primer cruce de la serie con el Panathinaikos, finalmente se ha optado por no arriesgar y ni tan siquiera se desplazó junto al resto del equipo a Fuenlabrada. Unas bajas que, lógicamente, obligará a los que se encuentran en condiciones a realizar un sobreesfuerzo más.