Vitoria - Todavía falta bastante para que se repartan los títulos -al margen del de campeón de Copa que ya tiene dueño- de la actual temporada pero el duelo que mañana disputarán en el Buesa Arena Laboral Kutxa y Real Madrid reúne todos los requisitos para ser considerado una auténtica final. Bien lo saben ambos contendientes, que lo afrontan, no obstante, de muy diferente manera. El Baskonia, con la ambición de sellar no solo su regreso a los cuartos de final sino de hacerlo también como uno de los dos primeros clasificados para disfrutar de la ventaja del factor campo a su favor. El plantel de Pablo Laso, por su parte, consciente de que la soga que le rodea el cuello desde hace varias semanas cada vez aprieta más fuerte.

Kim Tillie fue el encargado de trasladar públicamente ayer la visión del vestuario azulgrana. “No estamos clasificados matemáticamente. Tenemos un partido importante y nuestro objetivo es acabar en segunda posición, o en primera, para tener el factor cancha en el play off. Tenemos que darlo todo en los dos últimos partidos para arrancar la mejor posición del grupo”, apuntó ambicioso. La otra cara de la moneda la personificó Sergio Llull. El balear, decisivo en el único triunfo merengue este curso (en la semifinal de la Copa) sobre el Baskonia, evitó poner paños calientes a la delicada e inesperada situación que atraviesan. “Estamos sin red por culpa nuestra, porque si dejas escapar tres partidos en casa en un grupo tan complicado es normal que la cosa se complique, pero el equipo está con ganas”, resaltó.

El director de juego del Real Madrid tiene claro por dónde pasan algunos de sus problemas más importantes y el camino a seguir para tratar de resolverlos. “Nos está costando bajar el culo atrás y no sé muy bien por qué. Lo trabajamos mucho y bien en los entrenamientos pero en los partidos cada uno tiene que poner su máximo esfuerzo individual. Somos los campeones y todo el mundo nos tiene muchas ganas pero nos abstraemos de todo. Somos conscientes de que siempre vamos a tener muchos críticos y muchos entendidos que saben más que nosotros pero somos un equipo maduro”, argumentó.

Todos los enfrentamientos entre vitorianos y madrileños acostumbran a estar cargados de intensidad y los precedentes de este curso no han sido ni mucho menos una excepción. Una circunstancia sobre la que también reflexionó Tillie. “Tenemos una revancha con ellos porque nos dejaron fuera de la Copa. Hay que ganar este partido. Perdimos en A Coruña porque no jugamos nuestro juego. Ellos fueron más agresivos y nosotros no estuvimos así. Tenemos que aprender la lección y jugar muy duros en defensa desde el principio”, significó.