moscú ? El Baskonia no ha sido capaz de sacar una victoria en el feudo del CSKA desde la inolvidable Final Four que se disputó en Moscú. Y eso que ambos conjuntos se han enfrentado unas cuantas veces desde entonces. Un dato que demuestra bien a las claras la extrema dificultad de meterle mano al coloso ruso. Para poder tener opciones de conseguirlo, resulta imprescindible rendir prácticamente por encima del cien por cien de tus posibilidades, explotar al máximo las virtudes y evitar el más mínimo error porque el rival desencadena una auténtica tortura para penalizar cada uno de estos fallos. Y esta fue precisamente la parte de la que más lejos estuvo ayer el cuadro vitoriano.

El Laboral Kutxa mostró ayer un perfil en el que, desgraciadamente, se pudieron apreciar con claridad varios agujeros importantes y, al mismo tiempo, la ausencia de piezas que habitualmente son referencias destacadas del equipo. Uno de los déficits más significativos fue, sin duda, el pobre expediente en el tiro exterior del plantel vitoriano. Una herramienta que en muchas ocasiones ha sido letal para sus contrincantes se transformó en el arma que certificó el suicidio baskonista.

Una y otra vez el combinado de Velimir Perasovic se empecinó en buscar el aro desde más allá de la línea de 6,75 y también una y otra vez esos intentos se saldaban con errores. Lejos de intentar buscar alguna otra vía de anotación, el equipo se fue metiendo él solo en un túnel cada vez más oscuro del que no fue capaz de encontrar la luz que indica la salida.

La estadística final refleja un contundente ?por su pobreza? 24% de acierto con únicamente siete triples convertidos de los 29 intentados. Mención especial merecen algunos nombres propios, cuyas planillas invitan a la reflexión. Es el caso, por ejemplo, de Fabien Causeur y Darius Adams. El francés, que acabó con valoración negativa (-2) pese a estar casi treinta minutos sobre el parqué, firmó un pésimo 1/7 desde la línea de 6,75 y en ningún momento pudo con sus sucesivos pares. Algo muy parecido puede decirse del base estadounidense, que mostró la versión más irritante de su juego para acabar con 2/9 en triples. Un desacierto que provocó que fuera castigado por Velimir Perasovic quien, sorprendentemente, no le concedió ni un segundo de juego en el último cuarto.

Al margen de los problemas en el lanzamiento exterior, el Baskonia también acusó de manera importante el bajo rendimientos de hombres que habitualmente son los líderes del equipo en cuanto a aportación en casi todos los aspectos. A los ya mencionados Adams y Causeur se puede unir también Bourousis. Pese a que el pívot griego terminó rubricando unos aseados 10 puntos y 9 rebotes (quedándose al borde de su undécimo doble-doble del curso europeo), lo cierto es que estuvo muy lejos de su mejor versión y encontró en sus pares una muralla prácticamente infranqueable. l