vitoria - Sin apenas tiempo de disfrutar de las felicitaciones por la espectacular victoria del jueves sobre el Brose, el Baskonia debe superar hoy un nuevo examen. Uno que, además, lleva adosado el peligrosos calificativo de trampa. Porque el conjunto vitoriano debe visitar el feudo del Obadoiro -a priori un adversario perfectamente asequible considerando el estado de forma actual de los azulgranas- como si fuera una escapada de tapadillo entre dos grandes exámenes.

Por un lado el duelo se produce inmediatamente después de la siempre exigente cita semanal con la Euroliga, un torneo que no permite errores y al que el grupo está obligado a dispensar el cien por cien de su atención. Y, por el otro, tiene lugar justo antes de la disputa del primer gran título de la temporada, la Copa del Rey. Una competición que históricamente ha sido una de las preferidas del Laboral Kutxa y a la que regresa después de su triste ausencia de la pasada edición. Lo hace además con la vitola, ganada a pulso, de claro candidato a revertir el orden establecido y protagonizar la sorpresa. Para terminar de completar la ecuación, su primer adversario en el torneo del K.O. será, el próximo viernes, el Rio Natura Monbus.

Se presenta por lo tanto un panorama complejo en el que la contienda de esta tarde se antoja una especie de ensayo general de lo que ocurrirá dentro de una semana. Claro que el principal peligro para el combinado de Velimir Perasovic es que, ante semejante cantidad de frentes abiertos, opté inconscientemente por economizar esfuerzos. Porque, en ese caso, parece evidente que el compromiso menos trascendente y en el que menos repercusión tendría una hipotética relajación sería el de hoy en el Fontes do Sar.

Una situación que, evidentemente, tratará de evitar a costa Velimir Perasovic. De sobra es conocida la intensidad que exige el croata en todo momento y, por ello, reclamará también hoy de sus pupilos el máximo esfuerzo pese a los condicionantes con los que afrontan el choque. Porque a lo ya relatado respecto al calendario se suma el escasísimo tiempo de descando y preparación del duelo con el que han contado después de medirse al Brose en la noche del jueves. Además, el plantel baskonista cuenta con la baja del lesionado Shengelia, con lo que pierde a uno de sus referentes en la pintura.

Otro que tampoco le acompañará en la zona será Darko Planinic aunque, en este caso, como consecuencia exclusivamente de la decisión adoptada por el club para dar de alta a Davis Bertans. El letón disputará así sus primeros minutos en la ACB este curso después de haber jugado ya tres encuentros de Euroliga y afinará su puesta a punto para la inminente Copa del Rey.

Claro que, debido al sistema de cupos que todavía rige la competición doméstica, para hacerle sitio al killer báltico el Baskonia debe dar la baja a otro de sus jugadores. A media tarde y antes de que expirara el plazo para hacerlo esta jornada (ayer a las ocho de la tarde) se confirmó que el sacrificado será el pívot, que tendrá que conformarse a partir de ahora con vestirse de corto únicamente en los partidos europeos. Una ausencia que unida a la baja de Shengelia reduce la batería interior azulgrana y obligará a Bertans a actuar de cuatro. Una labor que ha demostrado ser capaz de cumplir con solvencia en los duelos que ha disputado hasta el momento.

Regreso a casa El compromiso de esta tarde será sin duda enormemente especial para otro de los integrantes de la plantilla alavesa. En concreto, para Alberto Corbacho. El alero balear regresa a la que ha sido su casa durante cinco años hasta que el pasado verano fue reclutado por el Laboral Kutxa y tratará de demostrar en la pista en la que ha ofrecido su mejor rendimiento que el cuadro vitoriano no se equivocó con su fichaje. Hasta ahora está teniendo una presencia meramente testimonial en los planes de Perasovic pero gozará de un recibimiento cariñoso y buscará reencontrarse con la mejor versión de sí mismo.

Por parte del Obradoiro, que ha perdido diez de sus once últimos partidos, es seria duda su gran referencia en ataque, el alero Adam Waczynski, que sufre una lumbalgia desde hace varias jornadas que le impide rendir al máximo, aunque juega en cada cita.