Vitoria - La inminente vuelta de Tornike Shengelia va a suponer un alivio para Perasovic, obligado a parchear su ausencia con recursos no del todo efectivos pese a que los positivos resultados del Baskonia digan lo contrario. El puesto de cuatro se ha convertido últimamente en un serio quebradero de cabeza para el preparador croata, que ha improvisado soluciones de urgencia a la hora de dar minutos de oxígeno a Tillie. La puntilla en este sentido ha procedido de los problemas físicos de su recambio natural. Kristian Kangur, un temporero cuya efímera etapa en Vitoria ya tiene fecha de caducidad y apenas ha dejado fogonazos muy puntuales, acaba de ser dado de baja en la ACB como consecuencia de unos problemas de espalda que no han hecho sino acrecentar la precariedad de efectivos. En una demarcación fundamental que sirve para abrir el campo y permitir que Bourousis pueda maniobrar cerca del aro con la eficiencia que le caracteriza desde su aterrizaje en la capital alavesa, Perasovic dispone en los últimos tiempos de Tillie como único elemento capacitado para brindar un rendimiento satisfactorio en los dos lados de la cancha.

Con el estonio fuera de circulación, las alternativas que ofrece la plantilla azulgrana son más bien escasas. Aunque pueden llegar a servir en un momento puntual de los encuentros, a la larga queda de manifiesto que el cuatro es un puesto cojo que precisa cuanto antes de la vuelta de Shengelia. Con independencia de que todavía se sigue esperando la mejor versión del georgiano, nadie obvia que ofrece más soluciones que otros jugadores cuyo reciclaje implica un cierto componente de riesgo.

Dos han sido los parches utilizados por Perasovic para sobrellevar una ausencia tan sensible como la de Toko y la posterior lesión de Kangur. De los tres cincos en manos del balcánico, el único susceptible de ejercer como ala-pívot no es otro que Ilimane Diop. La posibilidad de simultanear la presencia de Bourousis y Planinic, ambos demasiado grandes y corpulentos, no se contempla desde ningún punto de vista. De ahí que haya debido sacrificarse el más joven, ágil, elástico y rápido a la hora de ejecutar el desplazamiento lateral. Sin embargo, el senegalés se muestra desubicado e incómodo básicamente porque no amenaza con el tiro desde la media distancia y la lectura del juego es mejorable a sus 20 años.

La otra variante de Perasovic, fundamental eso sí para concretar la reacción ante el Efes, implicó la apuesta por cuatro pequeños y el recurso de Hanga como falso ala-pívot. No es que el volador húngaro se distinga precisamente por lucir una muñeca letal entre sus virtudes, pero su reciclaje hizo que en un momento puntual del partido y con todo en contra el Baskonia se convirtiese en un conjunto indescifrable para los turcos. Frente al Cedevita, en cambio, no se registró ningún rédito ante el desacierto en las suspensiones exteriores.

Es por ello que el inminente retorno de Shengelia debe proporcionar un salto de calidad al Baskonia. En espera de que adquiera rápidamente el tono físico y deje atrás los miedos que siempre ocasiona cualquier percance de rodilla, el georgiano atesora cualidades suficientes como para, en compañía de Tillie, ser un perfecto lugarteniente de Bourousis, el guía espiritual de los alaveses.