2 Rubén Gazapo
vitoria ? Alberto Ortega nació el 8 de mayo de 1960 en Vitoria?Gasteiz, se formó en la cantera del colegio San Viator y fue un jugador destacado de la época dorada de los conjuntos de formación de este colegio vitoriano, capaz de competir y brillar ante las mejores canteras en el campeonato de España año tras año. Ortega fue internacional junior con la selección española. El equipo nacional estaba dirigido por Aíto García Reneses y asistido por su entrenador en San Viator, Juan Pinedo. El jugador alavés participó en el Eurobasket de la categoría disputado en Francia en 1997. Fue el mejor jugador del equipo español en el que también estaba Fernando Arcega, anotando 17 puntos por encuentro. Un registro que le llevó a ser el séptimo mejor jugador del torneo en un apartado que lideró el pívot búlgaro Georgi Glouchkov. España cerró ese Eurobasket en quinta posición.
Meses después Juan Pinedo, acompañado por Enrique Doval, daba el salto desde San Viator al banquillo del Baskonia en la temporada 1977-78 y, con ellos, Alberto Ortega completaba la plantilla baskonista. Pese a su juventud, logró tener buenas actuaciones en sus primeros partidos en la Primera División.
Cumplidos los 18 años, Ortega salió del Baskonia en búsqueda de mayores oportunidades para foguearse en la entonces Segunda División (Actual LEB Oro). Covadonga de Gijón primero y una temporada después Santa Clara de Vigo fueron sus destinos antes de volver en 1981 a Vitoria para continuar jugando en el San Viator también en la segunda categoría nacional. Una vuelta que se vio afectada debido a que tuvo que realizar el servicio militar y perderse parte de la competición. Cumplidas sus obligaciones castrenses, el baloncestista alavés fichó por el La Salle de Mallorca cerrando su puesta a punto como jugador profesional para emprender su retorno definitivo al Baskonia.
Fue en la campaña 1983-84, la misma temporada del estreno de la Liga ACB como nueva competición en la que el Baskonia tenía como objetivo asentar su proyecto más allá de luchar por la permanecía y poder disputar los play off que por entonces se instauraban. En aquella plantilla baskonista dirigida por Txema Kapetillo, bajo el mandato de Apraiz, destacaba la presencia de jugadores ya contrastados como Iñaki Garaialde, Vicente Lafuente, Mikel Cuadra, Luis Mari Junguitu, Josean Querejeta y los americanos Essie Hollis y Riley Clarida.
Ya desde entonces Ortega dio muestras de su capacidad ofensiva como escolta, no solo gracias a un eficaz lanzamiento sino también a sus cualidades físicas, que le hacían también ser un gran exterior peligroso especialmente al contraataque y culminando sus acciones en forma de bandejas sobre su mano izquierda. Aquella revolucionara temporada 1983-84 se completó con la participación baskonista en los play off de octavos de final ante el Licor 43 de Manel Comas. Los catalanes, que lograron la victoria en el primer duelo en su cancha en Santa Coloma de Gramenet , sucumbieron en el segundo encuentro disputado en Mendizorroza, en el que Alberto Ortega tuvo una destacadísima actuación con 22 puntos en la que fue la primera victoria del Baskonia (93-85) en la historia de los play off de la Liga ACB.
Fue esa aparición en los play off un primer paso en el boom que por entonces vivió Vitoria con su equipo de baloncesto. La afición respondía llenando las gradas del pabellón municipal y se hacía fuerte en casa incluso plantando cara a las conjuntos más grandes de la Liga ACB. El Caja de Álava mantuvo el bloque de jugadores, Xabier Añua fue el relevo de Kapetillo en el banquillo vitoriano y Terry White ocupó el puesto de Clarida.
La temporada 1984-85 en la Liga ACB se completó en el décimo puesto pero esa campaña, la del 25º aniversario de historia del entonces Club Deportivo Baskonia, tuvo como aspecto más significativo la consecución del Trofeo Asociación logrado en Villanueva de la Serena ante el CAI Zaragoza. En aquella final Ortega volvió a ofrecer lo mejor de su juego con 15 tantos para la victoria alavesa por 93-85 que significaba el primer título en la élite del Baskonia y su clasificación como premio para disputar la Copa Korac la temporada siguiente. El Baskonia debutó el 2 de octubre de 1985 ante el Supercracks holandés en la localidad de Werkendam. Allí los vitorianos vencieron por 73-88, un triunfo que tuvo al norteamericano Simmons ?autor de 29 puntos? y a Ortega ?con otros 20? como los mejores jugadores del Caja Álava. La aventura europea apenas duró tres partidos más, siendo apeados en la segunda ronda por el Asvel Villeurbanne francés.
A medida que el Baskonia iba cumpliendo etapas en su crecimiento como entidad el equipo comenzaba a mirar más a los puestos de la A-1 de una Liga ACB que llegó a tener hasta 24 participantes y Ortega iba asumiendo el rol de jugador total y todoterreno del perímetro baskonista. Tras la retirada de Iñaki Garaialde, se hizo con la capitanía de la plantilla y en esa temporada 1987-88 incrementó su rendimiento de manera notable, pasando de promediar 8,1 puntos a 16,33.
Fue capaz de realizar su mejor partido como jugador profesional en Málaga al anotar 33 puntos en la histórica victoria por 83-131 del Baskonia en el pabellón Ciudad Jardín. Progresión que se extendió hasta el curso 1988-89, en el que el jugador vitoriano alcanzó los 17,76 tantos por jornada. Uno de los mejores exteriores nacionales de la Liga pero al que las puertas de la selección de Antonio Díaz Miguel se las cerraban mitos como Epi, Villacampa o Birukov en su mismo puesto. Mientras el Baskonia lograba ya instalarse entre los ochos mejores de la competición doméstica, supo lo que era vencer a conjuntos como Real Madrid, Barcelona y Joventut en casa pero le faltaba dar un paso adelante para convertirse en un verdadero conjunto aspirante a disputar las citas más importantes del calendario competitivo nacional y europeo.
llega sibilio Para ello el Taugrés se reforzó de cara la temporada 1989-90 con Ramón Rivas en el juego interior y con Chicho Sibilio en el puesto de alero. Llegaba así una dura competencia para el escolta gasteiztarra con el exjugador del Barcelona. Sibilio, al que le costó tiempo adaptarse al equipo vitoriano, llegó a ser suplente. Eso si, considerado el mejor sexto hombre de la Liga ACB. Hasta que ya bien adentrada la temporada, el exterior dominicano comenzó a ofrecer su mejor nivel y acabó compartiendo minutos de juego con su compañero vitoriano.
El verano de 1990 deparó la llegada de Herb Brown a Vitoria y el inicio de una nueva etapa en la andadura del Taugrés, que comenzaba además con el cambio de Mendizorroza al Pabellón Araba. El equipo cambiaba además su fisonomía de las últimas temporadas y Alberto Ortega se veía relegado al banquillo dada la firme apuesta por parte del técnico norteamericano en su compatriota Scott Roth.
La participación en cancha del número 15 del Baskonia pasó a ser de escasamente 17 minutos y su anotación de tan solo 4,3 puntos por jornada. Una situación complicada que hizo que aquella temporada, en la que el Baskonia llegó por primera vez a las semifinales de la Liga ACB, fuera la última de su capitán a sus 30 años. El Taugrés hacía historia pero veía cómo su capitán salía por la puerta de atrás del Pabellón Araba.
Pese a disponer de una temporada más de contrato Alberto Ortega y Saski Baskonia acordaron la marcha del jugador, que buscaba un nuevo reto por el que seguir compitiendo. Encontró acomodo en el Caja Bilabo, que había descendió a la Primera División B y quería recuperar de nuevo la categoría a toda costa. Ortega fue el fichaje estrella del club vizcaíno, pero tampoco las cosas le fueron muy bien allí por algunas discrepancias que tuvo a nivel interno con los responsables del conjunto de La Casilla que motivaron que incluso fuera convocado con el conjunto filial.
Saldada esta compleja temporada en Bibao, Alberto retornó a Vitoria para dar sus últimos coletazos como jugador ya a un nivel más modesto, pero también para integrarse en el cuerpo técinco de Saski Baskonia, donde entrenó durante siete años a los conjuntos infantiles y cadetes de la entidad de Zurbano. En uno de aquellos equipos llegó a dirigir a un chico recién llegado de Extremadura, llamado José Manuel Calderón, con el que Ortega trabajo a fondo durante sus primeros meses en capital de Euskadi, especialmente para mejorar su mecánica de tiro.
En el año 2000 Ortega salió de Saski Baskonia para emprender una nueva etapa profesional al margen del baloncesto, un deporte en el que sus jóvenes hijos Jon Ander y Sara han continuado sus pasos. En el caso de Sara, es jugadora del Araski que milita en la Liga Femenina 2. l