Vitoria. Las 13 derrotas superan a los partidos ganados, en un curso en el que se quedó a las puertas de situarse entre los ocho mejores de Europa y sintió la impotencia de no poder vencer a Unicaja en la jornada decisiva, le que le ha apeado de la ronda de los cuartos de final.

Los vitorianos accedieron a la segunda ronda después de una fase regular cerrada con un ajustado reparto en diez partidos: cinco triunfos y otras tantas derrotas le permitieron hacerse hueco un año más en el Top 16.

Sin embargo, el peor momento en esa fase regular fue el sonrojante varapalo, 66-86, en el Buesa Arena, del pasado 13 de noviembre ante el Estrella Roja, que desembocó en la destitución de Marco Crespi y en la posterior llegada de Ibon Navarro como máximo responsable del banquillo.

En la segunda fase, los vitorianos han terminado en quinto lugar, igualados con el cuarto, el Anadolu Efes, con seis triunfos y ocho derrotas. Solo el peor basket average con los turcos les ha privado de avanzar a la siguiente ronda entre los ocho mejores.

Sin embargo, el gran lastre y debe de los baskonistas ha estado en los partidos disputados como visitantes. De los 12 desplazamientos que han hecho, solo ha sido capaces de vencer en dos de ellos, ante Galatasaray en la fase regular y ante Anadolu Efes en el Top 16.

Curiosamente, los dos triunfos lejos de Vitoria llegaron en ambas ocasiones en la misma ciudad, Estambul, como único destino europeo que ha visto esta temporada ganar a los azulgranas.En el resto de partidos se encajaron 10 derrotas que han sido las que han lastrado y mermado las opciones de seguir con vida en la competición.

La versión más fiable la ha ofrecido el Baskonia en el Buesa Arena, cancha en la que solo tres equipos han logrado salir triunfantes. Únicamente el Estrella Roja, con las funestas consecuencias que ello tuvo para Marco Crespi, pudo vencer en la fase regular.Ya en el Top 16, el comienzo con la derrota ante Anadolu Efes, 67-72, mermó las opciones y también hincó la rodilla el Baskonia ante el descomunal talento y calidad del CSKA de Moscú, 74-81.