vitoria - La visita del Joventut servirá, entre otras cuestiones, para ver en acción a Sergi Vidal, el exbaskonista que recientemente ha sobrepasado los 500 partidos en ACB, más de la mitad precisamente en Vitoria, donde ocupa un lugar de honor en el ranking del club como segundo jugador que más encuentros ha disputado con la camiseta azulgrana en las nueve temporadas que estuvo en Vitoria. Solo Pablo Laso e Iñaki Garaialde le superan en partidos y campañas disputadas.
El adiós del catalán a su etapa alavesa data de agosto de 2009, con la pretemporada ya iniciada. Fue traspasado al Real Madrid en la operación que acabó con Oleson en el Baskonia y en la que también se incluyó a Prigioni. Dos años en Madrid, una temporada en Gipuzkoa Basket y dos más en el Unicaja completan la trayectoria profesional de Sergi Vidal, un jugador que esta temporada decidió volver al club en el que se formó, y permaneció hasta los 19, el Joventut.
El exterior catalán recuerda aquellos años en los que comenzó a jugar. “Desde que tengo uso de razón siempre recuerdo haber ido detrás de la pelotita. Supongo que la razón es que mi padre y mi hermano jugaban, es algo que he mamado en casa. No hubo un día en el que yo decidiera jugar a baloncesto, sino que se dio por hecho. Influyó además ser de Badalona, ver un montón de canchas por la calle, gente con camisetas, es un deporte con mucha tradición en esta ciudad”.
Vidal fue un destacado jugador en los equipos de formación del Joventut. Era la principal amenaza del conjunto junior que entrenaba Joan Plaza, en una plantilla en la que también estaba su actual compañero Albert Miralles y el balonmanista Borja Fernández. Solía ser llamado por Alfred Julbe para reforzar los entrenamientos del primer equipo, hasta que el 24 de octubre de 1999 le surgió la oportunidad debutar con el primer equipo. Sergi aprovechó su oportunidad y, en apenas 9 minutos, encestó sus primeros 9 puntos, recuperó 3 balones, recogió 1 rebote y firmó 11 de valoración. Avanzada ya la temporada, fue convocado para disputar el prestigioso Nike Hoop Summit.
Allí pudo compartir entrenamientos con jugadores llamados a ser estrellas de la NBA y en Europa. Para el badalonés aquella fue “una experiencia muy bonita. Durante una semana estás entrenando, conoces a los compañeros de equipo, convives con ellos y el último día se juega el partido contra el equipo de Estados Unidos. Coincidí con gente como Kirilenko, Yao Ming, Nachbar, Tony Parker o Marko Popovic. Mientras que por parte americana estuvieron algunos jugadores como Omar Cook, Chris Duhon y Zach Randolph entre los más conocidos”.
Pero esta aventura propició su ruptura con el Joventut. El club no quería que viajara a Estados Unidos, pero Vidal decidió aprovechar una oportunidad que solo pasa una vez en la vida. Ya de vuelta, fue cuando se gestó el interés del Baskonia. Así, en el inicio de la temporada 2000-01 se enroló en el equipo de Vitoria. Fue un cambio brutal en su carrera. “Pasé de estar en casa, con mi familia, de tener mi vida montada de una manera, a de repente cambiar de ciudad, estar en otro entorno y, por supuesto, llegar a un club cuyo nivel de exigencia y el de su entrenador estaban muy lejos de lo que yo estaba acostumbrado. Siendo realista es lo que buscaba. En Badalona me ofrecían seguir con el segundo equipo y subir a entrenar con el primero. Pero yo lo que quería era tener la oportunidad de entrenar siempre con el primer equipo y, a partir de ahí, ir curtiéndome”. En su madurez como jugador profesional mucho tuvo que ver Dusko Ivanovic. Sergi llegaba a un equipo con grandes jugadores en posiciones exteriores como Foirest, Stombergas o Timinskas. “Sabía que lo pasaría mal, que iba a ser duro al principio, porque llegaba Dusko, un entrenador con fama de ser muy duro. Estar bajo sus órdenes es duro, quizás algo más allá que duro. En los dos primeros años viví situaciones en las que ya no podía dar más ante su nivel de exigencia”. Poco tardaron en llegar los frutos de tanto trabajo, el debut en la Euroliga ante la Cibona en Zagreb, un choque del que el propio jugador guarda un recuerdo agridulce. “Tuve un tiro para ganar y lo fallé. Algo normal en un chaval de 19 años, pero eso me hizo sentir culpable. No lo disfruté porque me autopresioné mucho, pero si es bonito a la vez, por significar, el primero de muchos más”.
En una temporada histórica por ser la de la final ante la Kinder que el jugador del Joventut resalza de esta manera “Lo primero que me viene a la cabeza es aquel tremendo mate de Timinskas contra David Andersen, que resume un poco cómo fue aquella final. Fue como una guerra. Todo el equipo sabía que hombre por hombre estábamos un peldaño por debajo del conjunto italiano, que contaba con un equipazo con Rigaudeau, Jaric, Andersen, Griffith, Ginobili, Smodis?Pero fuimos capaces de plantarles cara y forzar el quinto partido. Nadie esperaba que un equipo no muy conocido que jugaba por primera vez esta nueva competición se plantara en la final dejando por el camino a clubes como Peristeri, Olympiacos o AEK” .
El subcampeonato europeo sirvió al conjunto vitoriano como experiencia para los éxitos que sí llegaron un año después con el doblete en la Copa y en la Liga. “Trece años después me vienen muchas imágenes a la cabeza, como el tiro a tablero de Bennett en la final de Copa contra el Barça. Entonces pensé en la suerte que había tenido de ganar ese título y que quizás fuera el único, y aunque en esa época no jugaba mucho, al menos pude disfrutarla al máximo. Son esos momentos que te hacen sonreír y que recuerdas con anhelo”.
Afortunadamente para el propio protagonista como para el club azulgrana la cosecha de éxitos continuó a lo largo de la primera década del siglo XXI, y Sergi Vidal además fue dando pasos en su evolución como jugador hasta asentarse como uno de los mejores exteriores del baloncesto continental, un jugador capaz de salir desde del banquillo, aportar intensidad, defensiva, imprimir velocidad al ritmo del partido además de ofrecer una capacidad anotadora encarando la canasta rival a pista abierta. Un comodín que dio muy buen resultado a los diferentes entrenadores del Baskonia más allá de Dusko Ivanovic, como lo fueron Velimir Perasovic y Neven Spahija.
Vidal siempre mantuvo una gran conexión con la hinchada baskonista, el “idolo local” que pese a dejar el Baskonia para enfundarse la camiseta de un rival como el Real Madrid continuó gozando del cariño de la afición en sus posteriores visitas al Buesa Arena. “Mi relación con la afición siempre ha sido muy especial. Venir al Buesa Arena como rival la primera vez, coincidiendo además con un mal momento deportivo en el Real Madrid donde apenas tenía minutos de juego fue algo muy emocionante y tuve que contenerme un poco. Volver a la que había sido mi casa y ver a toda esa gente que te aplaude y se pone en pie, me hizo pensar “no lo habré hecho tan mal”.
San Sebastian fue su siguiente destino, un lugar donde se volvió a reencontrar como jugador en un equipo entrenado por Sito Alonso, que no dudó en otorgarle un rol de jugador experimentado. En Donosti firmó la mejor temporada de su carrera: 11.9 puntos, 5.1 rebotes, 2.2 asistencias, 1.5 recuperaciones y 15.8 de valoración que le valieron para ser elegido en el mejor Quinteto de la Temporada. Rendimiento que le sirvió para firmar su último gran contrato. En el Unicaja volvió a ser entrenado por Joan Plaza.
Hasta que el pasado verano Vidal volvió a casa, para firmar con el Joventut de Salva Maldonado y el exbaskonista José Ángel Samaniego. Se reencontraba con antiguos compañeros como Albert Miralles y el presidente Jordi Villacampa, aquel ídolo de infancia al que iba a ver jugar y pedía autógrafos.
Esta vuelta a los origines además ha servido para que el Joventut completase una primera vuelta espectacular con 14 triunfos y tan solo 3 derrotas, la mejor marca del club de Badalona en la era ACB. Con 33 años Sergi Vidal es el jugador que más minutos disputa, con 29 por partido sin salir normalmente como titular. Promedia 7,6 puntos, recoge 3,1 rebotes y da 3,8 asistencias que le hacen ser el segundo jugador más valorado de la Penya con 10,5, solo detrás de Savané (10,8).
6º
Tras superar la pasada semana la cifra de 500 encuentros jugados a lo largo de toda su carrera, Sergi Vidal puede presumir de ser el sexto jugador en activo de la ACB que más partidos ha disputado en esta competición. Únicamente le superan Felipe Reyes (618), Juan Carlos Navarro (594), Alex Mumbrú (561), Berni Rodríguez (554) y Roger Grimau (509).
Trayectoria en el Baskonia. El escolta catalán se incorporó a la disciplina de la escuadra alavesa en el verano de 2000 -coincidiendo con la llegada de Dusko Ivanovic al banquillo- y permaneció nueve temporadas en la entidad de Zurbano (dato solo superado por Pablo Laso e Iñaki Garaialde e igualado por Josean Querejeta). Disputó 331 partidos en la ACB y 168 en la Euroliga, lo que le convierte en el segundo y primero respectivamente en la historia del club.
Palmarés. A lo largo de su ya dilatada carrera ha conseguido dos títulos de Liga (2000-01 y 2007-08), cuatro Copas del Rey (2002, 2004, 2006 y 2009), cuatro Supercopas ACB (2005, 2006, 2007 y 2008), dos subcampeonatos de la Euroliga (2001 y 2005), otras dos segundas posiciones en la ACB (2005 y 2006) y tres subcampeonatos de Copa del Rey (2008, 2010 y 2011).