Vitoria - Con su habitual verbo rápido Marco Crespi realizó un análisis agridulce de lo sucedido en el pabellón de la Paz y la Amistad. Y es que pese a apreciarse algunos síntomas de mejora el resultado final volvió a suponer una derrota para el Baskonia. “Para un equipo en nuestra situación ser capaz de jugar un partido igualado como este es positivo. Hay una mezcla de sensaciones. Negativas porque hemos perdido y positiva porque hemos competido contra el Olympiacos”, valoró.

El máximo responsable del banquillo azulgrana significó como lo más destacado por parte alavesa el trabajo de contención sobre el adversario. “Me ha gustado la defensa, hemos controlado muy bien el bloqueo directo, que es el juego de este equipo durante los últimos años”, reseñó.

En cualquier caso, resulta evidente que ni mucho menos fueron todo luces en el combate con el cuadro ateniense. Para empezar, por el pésimo porcentaje de tiro mostrado a lo largo de los cuarenta minutos. “Con un poco más de acierto habríamos podido ganar”, lamentó.

El técnico italiano, además, no eludió los evidentes problemas que están atravesando algunos de los integrantes de la plantilla y que, con toda probabilidad, provocarán que se produzcan cambios de manera casi inmediato. “Yo soy entrenador, tengo que proteger a mis jugadores y no puedo decir públicamente algunos cosas pero lo mismo que ve la gente lo veo yo. He hablado en las oficinas, que es donde tengo que hacerlo y ya lo he hecho”, zanjó. Por último, se refirió al estreno de Lamont Hamilton, del que apuntó que “me ha parecido un tío con ganas de jugar”. - T.S.