vitoria - Al Baskonia no solo se le acumulan los problemas dentro la pista, sino también fuera de ella. Ayer, estaba fijada al mediodía una vista oral en el Palacio de Justicia para resolver la demanda que Zan Tabak había interpuesto contra el club tras su marcha en el verano del año pasado. Según confirmó este periódico de fuentes solventes, el entrenador croata reclamaba a la entidad del Fernando Buesa Arena la indemnización fijada por Josean Querejeta para romper el segundo año opcional que ambas partes habían acordado nada más hacerse cargo el exjugador nacido en Split de las riendas del combinado vitoriano en sustitución de Dusko Ivanovic.

Descontento por el amargo final de temporada protagonizado por el Laboral Kutxa en la Liga ACB y la prematura eliminación en cuartos de final ante el Gran Canaria, el presidente azulgrana decidió dar un volantazo a la hora de construir el nuevo proyecto. Para ello, ejerció la cláusula para romper el vínculo que posibilitaba la continuidad de Tabak de cara a este curso y se encomendó a Sergio Scariolo para revitalizar la pujanza de un equipo que, supuestamente, iba a competir de nuevo con los grandes transatlánticos del Viejo Continente.

Al no abonar la cantidad estipulada para su salida de la capital alavesa, el preparador balcánico decidió acudir a los tribunales. Los abogados de las dos partes alcanzaron ayer un acuerdo en el acto de conciliación con el fin de evitar un farragoso litigio que hubiese expuesto a las debilitadas arcas del Baskonia a sufrir el enésimo varapalo. El club abonará en varios pagos la deuda que había contraído con el que fuese su máximo responsable técnico entre noviembre de 2012 y junio de 2013.

El desembarco de Tabak terminó definitivamente el maratoniano ciclo de casi una década de Ivanovic al frente del Baskonia. El icono montenegrino salió por la puerta de atrás víctima de la imparable deriva de la entidad alavesa. Tras recibir sonadas negativas como las de Svetislav Pesic o Neven Spahija debido a su irrisorio oferta económica, Querejeta efectuó una arriesgada apuesta por una figura sin excesiva experiencia en los banquillos que, por entonces, dirigía al Prokom polaco. Tabak aceptó una propuesta a la baja -poco más de 60.000 euros hasta el final del ejercicio- con el objetivo de darse a conocer y relanzar su carrera como entrenador. Desde entonces, se encuentra en el paro y a la espera de ofertas. - O.S.M.