Vitoria. Como si de una Operación Salida cualquiera se tratara, la carretera que conduce a Málaga presenta un atasco de proporciones más que considerables. Muchos son los aspirantes a estar el próximo mes de febrero en la capital costasoleña y lo único seguro es que finalmente no todos recibirán la invitación que les permita acceder a la fiesta de la Copa del Rey. A falta únicamente de tres jornadas para que se cierre la primera vuelta de la Liga y, en consecuencia, se conozca la identidad de las ocho escuadras que lucharán por hacerse con el torneo del K.O. el panorama se mantiene igual de poco claro que unas cuantas semanas atrás. Es verdad que ha variado la identidad de algunos de los conjuntos implicados pero también que todavía existen numerosas posibilidades abiertas.
Por lo que respecta al Laboral Kutxa, resulta indudable que la valiosísima victoria cosechada sobre el Barcelona supone un balón de oxígeno importante para sus aspiraciones. Ese triunfo le permite mantenerse en la pomada con todas sus aspiraciones intactas pero, sin embargo, no ha servido para que pueda disfrutar de un epílogo de la primera vuelta más relajado. Muy al contrario, el plantel de Sergio Scariolo tiene por delante tres finales más en las que no puede permitirse el más mínimo fallo si desea evitar un disgusto inesperado que mancharía una trayectoria inmaculada desde finales de la década de los noventa.
El gran perjudicado tras lo sucedido este fin de semana es el CAI Zaragoza. El conjunto aragonés no pudo evitar la 27ª victoria consecutiva del Real Madrid y, como consecuencia, se ha visto desplazado hasta la novena posición, perdiendo la plaza copera que disfrutaba hasta el momento. En cualquier caso la igualdad es máxima, ya que tanto los maños como el Baskonia (décimo) y el Joventut (octavo) cuentan con ocho victorias en su casillero. Los verdinegros han sido precisamente los últimos en sumarse a la fiesta tras vencer ayer a domicilio al UCAM Murcia.
Con este panorama, la visita que el próximo domingo rendirá el Laboral Kutxa al Gipuzkoa Basket (séptimo con ocho triunfos) se antoja clave para la suerte de ambos conjuntos. El cuadro donostiarra ha logrado cinco victorias -Manresa, Zaragoza y Valladolid fuera de su feudo y Unicaja y Fuenlabrada en casa- en las seis últimas jornadas, lo que le convierte en uno de los equipo más en forma y un escollo muy complicado para el Baskonia que, además, afrontará la cita sin poder apenas descansar tras jugar contra el Panathinaikos el viernes en la Euroliga.