vitoria. Fernando San Emeterio ha protagonizado una recuperación milagrosa del percance que sufrió la semana pasada en el dedo anular de su mano derecha tras el enganchón con la camiseta de un compañero en un entrenamiento. Al alero cántabro se le diagnosticó un periodo de baja de tres semanas por culpa de un arrancamiento del tendón extensor de la citada articulación, pero en contra de lo vaticinado por los médicos reaparecerá mucho antes tras acortar en varios días los plazos iniciales. Posiblemente, lo haga mañana en la trascendental visita del Baskonia a Vilnius para medirse al Lietuvos Rytas en el marco de la tercera jornada de la primera fase continental.
Cuestionado por su posible participación ante los bálticos en el Siemens Arena, no obstante, Scariolo prefirió jugar al despiste y dejó en el aire su salida a la cancha. "Va a venir porque tiene la necesidad de seguir haciendo su terapia de recuperación y el viaje no perjudica, como en el caso de una lesión de otro tipo. Es el capitán del equipo, su presencia es fundamental y, de hecho, hemos notado su ausencia a nivel de presencia, personalidad, comunicación o liderazgo. Desde fuera, podrá ayudar en este sentido", admitió el italiano.
San Emeterio resultó lesionado el miércoles de la semana pasada en el entrenamiento matinal previo al desplazamiento del Laboral Kutxa a Nicosia para medirse al Panathinaikos. Como el golpe padecido parecía no revestir excesiva gravedad en primera instancia, el capitán azulgrana formó parte de la expedición rumbo a la capital chipriota. Sin embargo, una vez realizada la primera escala en Frankfurt, se vio obligado a regresar con urgencia a Vitoria para someterse a diferentes pruebas médicas al comprobar que no podía extender el dedo. El diagnóstico de tres semanas fue concluyente y motivó, entre otras cosas, el imprescindible fichaje de un veterano curtido en mil batallas como Rimantas Kaukenas para minimizar las sensibles bajas en la cuerda exterior. Thomas Kelati, aterrizado como recambio temporal de Adam Hanga, también acababa de quedar fuera de combate apenas un día antes por una lesión muscular.
En principio, San Emeterio se halla totalmente restablecido para ser ese pulmón incansable que dote de solidez a un perímetro en permanente tela de juicio por la poca puntería de algunos tiradores. "No se trata de jugar, sino de estar con el equipo y seguir recuperándose. Luego, ya no podemos poner la mano en el fuego. Llevamos varios partidos pensando que Lamont juega el siguiente y se perderá unos cuantos más. No daremos seguridad sobre nada, pero en principio parece que no jugará", avisó Scariolo sobre el estado del alero.