valladolid. La situación del Baloncesto Valladolid se torna más negra conforme pasan las horas. Y con ella la de la ACB, que se expone a perder un miembro a poco más de un mes para que arranque la competición oficial. El último capítulo del serial dramático del equipo pucelano lo protagonizó ayer el que era su presidente, Mike Hansen, que ofreció una rueda de prensa para dimitir y exponer la crudeza de la situación que atraviesa la entidad, con una deuda de 7 millones de euros a la que nadie explica cómo se hará frente para evitar la más que presumible liquidación.

Hansen, que sólo ha permanecido dos meses en el cargo, adujo "falta de recursos económicos" y la necesidad de "evitar seguir fingiendo ser algo que no se es" para abandonar un barco que va a la deriva. "Me marcho con la conciencia tranquila. Lo he intentado todo para sacar al club adelante", aseveró el otrora base del equipo pucelano. Sin embargo, la situación es "lamentable e insostenible" y no han encontrado "una solución económica para abordar los pagos pendientes".

"Espero que esta situación se resuelva lo antes posible y que de igual manera se consiga dinero en tiempo récord para inscribir al equipo en ACB, pero también se haga para pagar al corazón de este club, que son sus trabajadores, a muchos de los cuales se les debe casi un año de salario", destacó Hansen.

"Valladolid es una ciudad trabajadora y como tal debe ser el equipo que la representa y no se puede fingir lo que no se es. Se ha descuidado la cantera, a los técnicos y la ayuda a los colegios y se ha vivido por encima de las posibilidades del club", sentenció el hasta ayer presidente, que deja la patata caliente en manos de los propietarios del club, quienes ayer salieron a la palestra para mandar un mensaje de esperanza condicionada.

Los dirigentes del Patronato de la Fundación Baloncesto Valladolid, Juan Vela, Ignacio Zarandona y Luis Antonio Gómez, aclararon que "hay vías abiertas y, por tanto, hay esperanzas", aunque no pudieron garantizar con plena seguridad la viabilidad del club. Vela agradeció la gestión de Mike Hansen en sus dos meses al frente de la Presidencia del CB Valladolid. Asimismo, ha mostrado el "máximo respeto" a la decisión de dimitir de su cargo de Hansen, "puesto que no es nada fácil tomar las riendas de un club con problemas".

El gerente de la Fundación no quiso siquiera renunciar a la posibilidad de que el equipo salga en ACB, ofreciendo así la posibilidad de que la competición mantenga los 18 equipos que la componen. "Todo dependerá de la financiación que se consiga, de cara a elaborar un presupuesto lo más austero posible", de entre 1,5 y 2 millones de euros, "que nos permita salir en ACB esta temporada", matizó.

Junto a Hansen presentó la dimisión el gerente del club, Javier Baró, quien confirmó que la deuda total del club asciende a más de 7 millones de euros. La ACB, por el momento, no se ha pronunciado.