Vitoria. Ni uno ni dos. Tres de una tacada. Ayer el Fenerbahce hizo oficial en su página web los fichajes de Luka Zoric y Linas Kleiza junto al de Nemanja Bjelica.
El club de Estambul está conformando una plantilla que asusta hasta a las escuadras más robustas del continente. La llegada de Zeljko Obradovic a la entidad turca no sólo les ha provisto de quien está considerado como mejor entrenador en la actualidad dentro de los confines continentales sino que, además, está ejerciendo de reclamo para la élite europea, deseosa de aprender al lado del maestro, incluso renunciando a la NBA.
Ese ha sido el caso de Bojan Bogdanovic, cuyo juego suscitó el interés de Brooklyn Nets este curso. El que pudiera haber sido compañero de Teletovic en la temporada que viene renunció a la mejor liga del mundo por formar parte de este Dream Team. El caso contrario ha experimentado Linas Kleiza uno de los tres vértices que componen el triángulo anunciado ayer por el club otomano. Amnistiado por los Raptors pero con números más que dignos para haber encontrado acomodo sin problemas en la NBA, el esloveno ha optado por enrolarse en las filas del nuevo aspirante a todo.
Conviene matizar lo de nuevo, ya que desde el pasado año, el Fenerbahce se ha propuesto conquistar Europa a base de talonario. Batiste o McCalebb fueron las puntas de lanza de un proyecto que encabazaba otro de los técnicos más laureados del continente, Simone Pianigiani. El italiano no pudo con el reto que se le presentó y abandonó el barco pasado el ecuador del curso. Sin embargo los jugadores que trajo continúan en un proyecto temible.
Zoric ha cuajado una excepcional temporada en un gris Unicaja donde ha promediado 12 puntos y 5 rebotes por partido en los 23 minutos de media que le ha concedido Jasmin Repesa. La llamada de uno de los clubes más poderosos de Europa ha constituido una oferta irrechazable. Más llamativa ha sido la incorporación de un Kleiza que abandona la NBA tras siete años en los que ha promediado 8,7 puntos y 3,6 rebotes.