Además de Spencer Nelson, el principal peligro insular en la pintura tiene nombres y apellidos tras conocerse la baja de Xavi Rey para lo que resta de temporada. Este fornido ala-pívot nacido en la paradisíaca isla caribeña de Santo Domingo, de dos metros justos pero dotado de una notable capacidad atlética que le permite contrarrestar a otros pares más espigados, advierte de que el equipo de Pedro Martínez no se conforma con lo hecho hasta ahora y garantiza mucha guerra pese a que el Gran Canaria comparece en el Fernando Buesa Arena con tres sensibles ausencias que mermarán su capacidad competitiva.

El Gran Canaria ha vuelto a colarse un año más entre los mejores. No se conforman con lo hecho hasta ahora, ¿verdad?

Por supuesto que no nos conformamos. Si lo hiciéramos, seríamos tíos regulares y normales o cualquier palabra común que la gente se pueda imaginar. Debemos ser ambiciosos si queremos ser unos buenos competidores. Ahora se nos presenta una buena oportunidad para demostrar esa ambición y lucharemos lo mejor que podamos.

El Baskonia exhibe malos síntomas en los últimos tiempos tras caer ante el Estudiantes y el CB Canarias. ¿Se fían de ese supuesto mal estado de forma?

Creo que no deberíamos pensar en nada de eso, sino en afrontar la eliminatoria lo más fuertes que podamos. Ellos son un equipo capacitado para hacer grandes cosas y, aunque se muestran algo irregulares, siguen ganando. Eso de que están jugando mal es secundario porque, al final, han sacado los partidos hacia adelante. Debemos concentrarnos en nuestro propio trabajo y en hacerlo lo mejor posible.

Acaban de sufrir la espantada de Scheyer y la baja para todo el curso de Rey. ¿Puede afectar esto al engranaje colectivo?

No, no... Aquí no hay excusas de ningún tipo. Estamos en un play off y no podemos lamentarnos por estas cosas. Lógicamente nos gustaría que Xavi estuviese con nosotros, igual que Jon. Esto ya ha quedado atrás y ahora somos doce jugadores que estamos concentrados para hacer un buen trabajo como grupo. No hay que pensar en quién está o en quién no. Los que estamos sanos debemos multiplicarnos para continuar ganando partidos.

Cada equipo tiene un estilo definido. Uno mete muchos puntos y al otro es difícil que le anoten. ¿Ganará quien imponga su personalidad?

No sabría decirlo muy bien. Lo único que pretende el Gran Canaria será parar su ataque, igual que hemos hecho durante esta temporada ante todos nuestros rivales. No hay tiempo para cometer errores. Nos toca sacar ventaja de nuestras virtudes y ser ambiciosos. Sólo habrá dos oportunidades.

Pero es obvio que a ustedes les interesa más un marcador a 70 puntos que a 90, ¿no?

Sí, a nosotros nos vienen bien los partidos con marcadores bajos porque no somos un equipo con gran facilidad anotadora. Basamos todo en nuestra defensa, intentamos que nuestros rivales hagan posesiones más largas y les forzamos a hacer tiros difíciles. Nuestra ofensiva suele ser un poco más lenta y no nos gusta un ritmo loco de llegar y tirar. Nos ha ido bien así toda la temporada y, por ello, esperamos ir a pocos puntos.

Hablemos del Baskonia. ¿Qué es lo que más le preocupa del conjunto de Tabak?

Aunque no lo parezca, creo que practican una gran defensa. Tienen una buena rotación y juegan muy agresivos. A nosotros no nos ha ido muy bien esta campaña cuando hemos jugado ante equipos que nos presionan mucho. Es algo que debemos superar porque rivales como el Baskonia o el Valencia son muy físicos y nos castigan con esa intensidad. No hemos podido derrotarles por este motivo y ahora se nos presenta otra oportunidad para saber si podemos competir contra alguien que nos presiona tan fuerte. No somos corpulentos y eso hay que suplirlo con dosis de inteligencia y agilidad.

El primer partido marcará presumiblemente la serie. Si salen airosos, al Baskonia le esperará un auténtico infierno en 'La Roca'. ¿Se sienten prácticamente invencibles al amparo de su público?

Estamos muy a gusto en casa. Repito que es un tema de ambición. Debemos intentar ganar en Vitoria y, si lo conseguimos, jugar aquí con la cabeza fría y realizar el trabajo tan serio al que estamos acostumbrados en el CID. Pero robarles el factor cancha será complicado.

La pelea en el juego interior se presume apasionante. De los cuatro pívots de Tabak, ¿hay alguno que le cause especial respeto?

La verdad es que soy de esa clase de jugadores que respeta a todos los rivales a los que se mide, sean del calibre que sean. Si son buenos, les respeto igual que si son malos. No tengo preferencias y no puedo decir si uno es más fácil o difícil. Cuando piensas así, no valoras las virtudes de los jugadores que te pueden hacer daño. Me gusta pensar en que todos mis oponentes son los mejores, así me motivo e intento que mi trabajo sea lo más efectivo posible.

Hoy en día, está de moda el 'cuatro' físico y no muy alto como es su caso. ¿Cree que sobran los pívots de 2,15 ó 2,20 metros?

No diría eso exactamente. Si hablas de ellos, lo primero que hay que valorar es su talento. Cuando dispones de un pívot de esa altura y es bueno jugando, se le hace muy complicado a cualquiera. Los pequeños como yo, quizá, tenemos la habilidad de movernos más rápido, empujar... Pero cuando el par al que me enfrento posee envergadura y talento, las cosas me resultan mucho más difíciles. No te quiero mentir. Si tuviera unos cuantos centímetros más, estaría encantado.

Hay 'cuatros' del perfil de Kyle Hines, Felipe Reyes o usted mismo que atrapan rebotes por instinto, colocación, tesón y raza. ¿Considera que no se les valora en exceso?

Puede ser, pero lo conseguimos únicamente por nuestro esfuerzo. No hemos nacido con el talento físico de ser grandes y con envergadura, entonces no nos queda más remedio que luchar. Si no lo hiciéramos, seríamos vulgares, normales y parecidos a todos.

Llegó a España en 2005 y, desde entonces, no se ha movido de aquí pasando por innumerables clubes. ¿Qué ha encontrado en la ACB que no le den fuera?

Lo primero de todo es que esta competición es perfecta para que haya desarrollado mi juego. Aquí hay una gran competitividad y me puedo acoplar bien a los equipos por el idioma. Mi familia también está a gusto y no hay los problemas de delincuencia de mi país. Nunca se me ha metido en la cabeza la idea de irme a otro país. Las Palmas es una isla muy parecida a la República Dominicana y me encuentro muy cómodo. Trabajo fuerte e intento mejorar todos los días. A veces, me quejo cuando me exigen tanto, pero esa es en el fondo la única forma de progresar. Esta campaña me lo he pasado, como dicen ustedes, de puta madre.

Su país es una tentación para pasar unas buenas vacaciones. ¿Tan mal lo vende a la hora de recomendar una escapada en verano?

Sí. La delincuencia ha crecido bastante en los últimos tiempos. La población ha aumentado una barbaridad y existe una gran pobreza. Por el tema económico, tienden a crecer los delitos. No todo el mundo tiene dinero para comprar su plato de comida. Entonces, la gente se busca la vida como sea. Es algo con lo que hay que lidiar. La cosa está más complicada que otros años.