nueva york. Justo el día en el que se confirmó el cuarto galardón de Lebron James como MVP de la NBA con 120 de los 121 votos emitidos, el tipo que se apoderó del sufragio restante, Carmelo Anthony, se esforzó en demostrar la enorme distancia que lo separa de la estrella de los Heat. Sus Knicks se vieron sorprendidos por unos Pacers con mucha fe y oficio (95-102) en el primer partido de las semifinales de la Conferencia Este que se celebró en el Madison Square Garden. La persistencia de Carmelo en abusar del juego individual, su egoísmo, se convirtió en una losa que el equipo de la Gran Manzana no pudo levantar ante un rival muy sólido.

Los Pacers fueron muchos. Con una anotación muy repartida -David West (20), Paul George (19), Roy Hibbert (14), George Hill (14)- y un enorme trabajo defensivo, los Pacers robaron la ventaja de cancha al equipo de New York y sembraron muchas dudas en torno a la capacidad de Carmelo para liderar a un equipo hacia el anillo.

En realidad es el propio Carmelo quien parece empeñado en sembrar las dudas. Entre él y J.R. Smith, los dos grandes artilleros de unos Knicks sin apenas recursos para producir bajo los aros, tiraron por la borda cualquier opción de triunfo. Sumaron 43 lanzamientos a canasta y sólo anotaron 14. Pero ante todo tomaron muy malas decisiones y, sobre todo Anthony, carecieron de la capacidad de liderazgo que requería su equipo para ganar el duelo con el que se estrenaba una serie que ahora parece todavía mucho más abierta.

Con un Hibbert dominador en las proximidades de los aros y un juego asociativo y plural en el perímetro, todo lo contrario a lo que ofreció el equipo local, los Pacers de Frank Vogel sumaron una victoria merecida. Esta próximo madrugada tratarán de aprovechar la confusión del conjunto neoyorquino para abrir brecha.

También los Thunder comenzaron con victoria, muy ajustada (93-91) su serie ante Memphis.