En un equipo como el CSKA resulta difícil quedarse con una sola pieza, pero entre los numerosos talentos de los que dispone Ettore Messina hay uno que brilla con luz propia por su condición de rara avis. Ya no hay demasiados pívots como Nenad Krstic (Kraljevo, Serbia, 1983) en el baloncesto mundial. Se han extinguido los interiores con sus fundamentos en el poste bajo, su facilidad para anotar y su juego de pies. Por eso quizá no deba extrañar que el serbio, que ya evidenció su clase durante siete campañas en la NBA, se haya convertido en el jugador mejor pagado del Viejo Continente.
Messina puede permitirse el lujo de dosificar a un jugador que está haciendo mucho daño al Caja Laboral en la serie que esta tarde vivirá su tercer episodio en el Buesa Arena. En una plantilla sobrada de piezas en todas las posiciones, que cuenta hasta con cinco pívots internacionales más las ayudas puntuales de un Khryapa que suele actuar como cuatro, a Krstic se le permite bailar. Otros hacen el trabajo sucio, mientras que a él le toca dar el golpe de gracia al rival desgastado. Y en esta eliminatoria lo está haciendo.
Ante un Baskonia que padece sobremanera las limitaciones de un juego interior con deficiencias estructurales, el serbio apenas está sufriendo para lucir. Kaun y Erceg, los titulares en los dos primeros partidos, se encargan de la labor de zapa para que Krstic, que percibe cerca de cuatro millones de dólares por temporada, lidere a una segunda unidad que en cualquier otro equipo de Euroliga sería considerada un quinteto titular de lujo.
Sus números atestiguan la influencia que está teniendo en el devenir de la serie. Promedia 16 puntos, 3,5 rebotes y una valoración de 18,5 sin necesidad de tener que estar en cancha más de veinte minutos. Siempre bien escoltado, la presencia de un jugador por el que beben los vientos varios equipos de la NBA que malviven sin un cinco de garantías está desequilibrando un duelo que ya de por sí nació desequilibrado ante la desproporción presupuestaria que separa a ambos contendientes.
La endeblez de Milko Bjelica, el absentismo de Nemanja en los dos primeros partidos y la ternura de un Tibor Pleiss castigado en exceso por los árbitros ha dejado a Maciej Lampe solo ante la manada de poderosos interiores del CSKA. Sin embargo, apenas está habiendo oportunidades para gozar del ansiado duelo entre dos de los postes ofensivamente mejor dotados del continente. Otros se ocupan de picar y poner las banderillas al polaco antes de que Krstic tenga que verse las caras con él. El viernes, sin ir más lejos, en su primer encontronazo lo mandó al banquillo con tres faltas. El desnivel en la zona se está revelando determinante en la eliminatoria.
Hoy Krstic tratará de asestar la puntilla al equipo azulgrana. El jugador mejor pagado de Europa, incluido en el segundo mejor quinteto de novatos de la NBA en 2005, que hizo grandes números en los Nets, fue importante en los Thunder de Kevin Durant y apenas pudo hacerse un hueco en los Celtics de Rajon Rondo, Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett, querrá ofrecer lo mejor de su repertorio en la pista de baile del Buesa Arena. Si le dejan, resulta poco probable que el Baskonia pueda llegar vivo al viernes.