vitoria. El Baskonia anda muy justo de efectivos y, por ende, Zan Tabak se está viendo obligado en los últimos compromisos a experimentar para salir de este pequeño atolladero. La rescisión de contrato de Cabezas, la lesión de Jelinek y los problemas físicos de Cook en la planta del pie han mermado seriamente la cuerda exterior, donde el entrenador croata se ha quedado con Heurtel, Causeur, San Emeterio y Nocioni como únicos elementos en plenas condiciones físicas.

No hay mucho donde elegir en espera de que el escolta checo reaparezca en un breve lapso de tiempo y el timonel estadounidense no empeore de una lesión traicionera que no es por sí sola la culpable de su pésimo rendimiento. Por ello, Tabak no ha dudado en realzar el protagonismo de un elemento que no formaba parte hace algunos meses de la planificación deportiva para la presente temporada tras barajar una cesión y al que, sin embargo, se vio obligado a integrar en el último momento en su dinámica colectiva debido a la falta de acuerdo con sus numerosos pretendientes.

Heurtel no sólo se ha convertido en el base de confianza del nuevo responsable técnico del banquillo vitoriano sino también en un comodín para ser alineado durante ciertos tramos de los encuentros como improvisado dos. Cuando Causeur ha precisado de oxígeno, Tabak no ha dudado en simultanear la presencia de dos bases y conceder la alternativa a su compatriota galo con el fin de intentar sacar provecho tanto su desparpajo a la hora de encarar el aro como su tiro desde la larga distancia. Se trata de una situación desconocida en su carrera para el de Beziers, posiblemente uno de los grandes beneficiados por la salida de Ivanovic.

Porque ahora dispone de más libertad y se ve menos coartado para desarrollar su baloncesto de elevadas revoluciones. Pese a sus ráfagas de lucidez y la buena conexión que ha evidenciado con Lampe, todavía incurre en unos errores de bulto que se traducen en derrotas hirientes. Su tiro a destiempo y fuera de lugar del pasado jueves ante el Maccabi, saltándose a la torera una jugada planificada por Tabak en la pizarra que debía desembocar en un pick and roll, constituye el último ejemplo de la extremada bisoñez de un jugador que, sin embargo, tiene visos de volver a ocupar exclusivamente su puesto como timonel al frente del grupo en cuanto Jelinek abandone la enfermería.

Todo hace indicar en este sentido que el Caja Laboral recobrará ante el Besiktas su fisonomía más habitual una vez que el ex del Joventut pase a estar a disposición del cuerpo técnico. Cuando deje atrás su lesión muscular, el checo será el recambio natural de un Causeur que ha dado el esperado paso al frente desde la marcha de Oleson al Barcelona. Hasta ahora, resulta llamativo que Tabak no haya apostado durante más minutos por la pareja San Emeterio-Nocioni para cubrir la cuerda exterior. A cambio de perder algo de tiro exterior, el Caja Laboral ganaría en músculo y fortaleza física con dos piezas que pueden ser perfectamente compatibles.